Autora: Stefania
Achella
Universidad de Chieti-Pescara "G. d' Annunzio", Italia
stefaniaachella@gmail.com
Agradecemos a la autora, Stefania Achella, su apoyo para publicar en este sitio la presente versión en español realizada por Gladys L. Portuondo del original en inglés, según ha sido publicado en: Stefania Achella, "From the World to Subjectivity. Expression and World in Jaspers' General Psychopathology", en Existenz. An International Journal in Philosophy, Religion, Politics and the Arts, Vol. 10, No 2, Spring 2015. Agradecemos también a Helmut Wautischer, editor de Existenz, su apoyo para esta publicación. Véase en: Existenz, An
International Journal in Philosophy, Religion, Politics and the Arts, Vol.
10, No 2, Fall 2015. Véase en:
Resumen. El ensayo examina el uso de los conceptos de "corporeidad"
y "mundo" por parte de Karl Jaspers en su Psicopatología General y
cómo estos conceptos evolucionan en el nivel filosófico y psicológico. Ambos
conceptos brindan una forma de resolver el teorema de Jaspers acerca de la
incomprensibilidad de los desórdenes psicóticos. El análisis comienza con las
manifestaciones objetivas de la psique para abordar la posibilidad de
comprensión del propio mundo interior. Jaspers vincula la fenomenología a la
psicopatología, y el ensayo mostrará que la comprensión de los estados
psicóticos internos no se origina de la empatía. En su lugar, el concepto de verstehen de Jaspers, que él considera
que no es confiable desde el punto de vista psiquiátrico, gana reconocimiento
en el campo del saber existencial, reconociendo en la filosofía la capacidad de
acceder a la subjetividad; una habilidad que sigue siendo inaccesible a las
ciencias.
Palabras clave: Jaspers, Karl; Psicopatología
General; mundo; corporeidad; verstehen;
forma; concepción del mundo; realidad.
______________________
En el año 2013 las numerosas celebraciones por el
centenario de la publicación de la primera edición de la Psicopatología General, de Karl Jaspers, han mostrado la modernidad
y la importancia de Jaspers[1].
Jaspers aborda el tema de la expresión física y la dimensión psíquica en el
Capítulo IV de la Primera Parte, que está dedicada a los fenómenos psíquicos
individuales[2].
Este capítulo, bajo el nombre de Hechos
objetivos significativos (sinnhafte
objective Tatbestände), no tiene como objetivo individualizar simples
manifestaciones de la objetividad (una prerrogativa de la Psicología somática),
sino hechos objetivos a los que se atribuye significado. Jaspers esclarece la
naturaleza de los fenómenos expresivos en la introducción a este capítulo, ellos
son
siempre objetivos, en
la medida en que pueden ser percibidos por los sentidos, y se manifiestan como
cuestión de hecho, lo que puede ser fotografiado o grabado. Por otra parte,
ellos son siempre subjetivos en tanto
la percepción real de ellos no los hace expresivos; esto ocurre sólo cuando ha
habido un entendimiento de su significado [Sinn]
e importancia [Bedeutung].[GP 254]
Así, estos hechos se refieren a un tipo de evidencia que
no es ni objetiva, ni cuantitativa, ni empática. En vez de eso, ellos tienen
base en la comprensión instantánea que evoca nuestra capacidad para percibir la
forma; modelos que no sólo están determinados por un elemento subjetivo, sino
que adquieren significado cuando se colocan en un contexto intersubjetivo. En
este caso, nos enfrentamos a una deducción por medio de la analogía; "no
nos vemos a nosotros mismos en la otra persona, sino a la otra persona o a su
significado existiendo por derecho propio"(GP 254). A fin de entender estas formas, a través de las cuales la
vida interior del paciente se muestra, el psicopatólogo debe por consiguiente
confiarse a la sensibilidad innata hacia las formas que cada uno de nosotros
siente que posee, independientemente de nuestra educación, al ver un gesto, una
postura del cuerpo o una característica de la palabra escrita. Jaspers añade
que hacemos uso de un simbolismo universal (universale
Symbolik), "vemos directamente la persona y los movimientos de
adaptación de cada uno no como meras cantidades matemáticas ni como cualidades
sensoriales, sino como algo viviente, portador de un estado de ánimo y una
significación"(GP 255). Por lo
tanto, se nos presenta una comprensión no empática igualmente intuitiva e inmediata, que
estimula nuestra capacidad de percibirnos como una subjetividad manifestada en
este mundo. Una forma de comprensión que puede definirse como
"cuasi-trascendental". Desafortunadamente, Jaspers no elabora más
allá esta forma de comprensión, porque la considera no confiable
científicamente desde un punto de vista metodológico. No obstante, veremos que
Jaspers no abandona del todo esta forma de comprensión, lanzándola al espacio
filosófico.
Formas y Mundo
En la edición de 1913 de Allgemeine Psychopathologie no hay un discurso específico sobre los
Hechos Objetivos Significativos; ellos se encuentran absorbidos en la sección
dedicada a la Psicopatología Objetiva[3],
en otras palabras, dichos fenómenos no se encuentran dentro de la esfera del
ser interior. Las referencias bibliográficas no demuestran ningún inetrés
particular de parte de Jaspers por llevar a cabo la investigación sobre este
asunto. La mayor parte de su atención se dirije hacia la grafología, como se
atestigua en las publicaciones de
revistas especializadas como Graphologische
Monatshefte[4],
y en los estudios de Ludwig Klages[5].
En la edición de 1946 de GP había cambiado el escenario. Jaspers aproxima la sección sobre
los Hechos Objetivos Significativos a la fenomenología en la parte
perteneciente a la vida psíquica
interna, cambiando el ángulo de observación. "Tenemos una necesidad
psicológica [Drang] de darle objetividad y significado a las
cosas"(GP 252). Ellas no son ni
una manifestación exterior insignificante, ni el resultado de expresiones
voluntarias y racionales, un signo revelador de una dimensión de la conciencia;
ellas representan un punto a medio
camino, manifestado por la naturaleza psíquica y la armazón de la mente.
Además, Jaspers añade algunas páginas introductorias a la edición de 1946 que
explican la importancia de esta área de investigación y la necesidad de
circunscribir un método de observación y comprensión ad hoc para esta última. En este caso, este debe
fundarse sobre "una apropiación interna" de los contenidos (GP 251). El aumento del interés puede
verse a través del considerable aumento de referencias bibliográficas. A lo
largo de los años, Jaspers había profundizado en el tópico, habiendo reconocido
claramente su importancia.
Esta parte se articula en tres niveles: (i) Niveles de la
forma. i.e., niveles de la plenitud vital que se manifiesta en las expresiones
(psicología de la expresión); (ii) La forma del mundo, su configuración o Gestalt, relativa a la forma en que vive
un individuo (psicología de la concepción del mundo (Weltpsychologie); (iii) La
conciencia total de una mente única, tratando con formas de la objetivación
de la mente y de su comprensión; por tanto, la forma en que "el individuo objetiva este contenido para sí mismo en
el discurso, en el trabajo productivo y en las ideas que forman el mundo de la
mente"(GP 251).
Ya que estamos tratando con la forma, el primer punto
metodológico que necesita aclararse es
la distinción entre las formas significativas y las no sifnificativas. En otras
palabras, "¿qué fenómenos son expresiones de la vida psíquica real, cuáles
se encuentran condicionados meramente por el cambio de eventos somáticos? ¿Y
cuáles son sólo una expresión, en el sentido de que una rama tiene forma, la
nube tiene una figura y el agua tiene flujo" (GP 256)? Debe encontrarse un principio que nos permita distinguir
los hechos objetivos que expresan una dimensión espiritual, "el alma de
las cosas", de aquellos que son meramente objetivos.
Para Jaspers, nos encontramos claramente en el ámbito de
la ciencia espiritual. De hecho, él no se interesa en describir la conexión
entre los fenómenos corpóreos y la psiquis (el temor y la dilatación de la
pupila), sino más bien en llevar a cabo un acto de comprensión por medio del
examen de la expresión de la psiquis a través del hecho corpóreo (la alegría de
una sonrisa).
El alma de las formas
A fin de alcanzar una conciencia científicamente
confiable de estos fenómenos, Jaspers primeramente distingue a partir del
contenido, esto es, identifica la forma dentro
"de toda la confusión de los
fenómenos"(GP 255). Pero, ¿cómo
interpretar las figuras una vez que han sido identificadas? Aquí Jaspers
empezará a tomar ya en cuenta el tema del dualismo: por una parte, podemos
seguir el camino de la matematización, reduciendo las formas alternativamente a
cálculos racionales y cuantitativos, la otra parte tiene que ver con mantenerse
cerca de las formas reales, dentro de la línea de la morfología goetheana.
"La morfología"[6],
explica Jaspers, "no es deductiva sino que intenta conducirnos hacia una
apercepción pura a través de un proceso de visión dinámica y
estructurada"(GP 255). La
génesis de las formas y de sus infinitas transformaciones pueden ser
observadas, pero sin la presunción de atrapar su esencia, porque ellas tienen
la característica de lo infinito; así que "son formas que están
vivas" porque la naturaleza tiene
que preservarse. Jaspers continúa: "Lo que vemos de esta manera es la
totalidad de las características básicas que pertenecen a los fenómenos
espaciales de nuestro medio ambiente"(GP
256). Esta clara visión está conectada con un sentimiento. de modo que el
sentido y significación de las formas es su alma, y algo que se manifiesta
internamente.
¿Cómo podemos percibir la fuerza mental que lo impregna?
También se nos presenta en este caso una dicotomía: "O bien
malinterpretamos esta cualidad como un significado racional", la signatura rerum, que Jaspers considera
como el camino que conduce a la superstición y al conocimiento ilusorio, o
"podemos mantenernos cerca del 'alma de las cosas'...No se hacen
interpretaciones, sino que abrimos nuestro sentidos a la experiencia viva, a la
percepción del elemento interior en las cosas"(GP 256). Esta es la visión fisionómica, que no conoce, sino que ve.
Esta visión de la vida interior de las cosas...forma la
sustancia de nuestra unión con el mundo. Esta unión puede ser de profundidad
ilimitada; llega como un regalo con cada paso que damos y no puede ser
desarrollada metódicamente; permanece ligada a todo lo que se revela a sí mismo
a la actitud receptiva y a una sincera preparación para aceptarlo. [Se encuentra
por lo tanto] incrustada en la superstición y en el engaño.[GP 356]
Este fundamento desigual, concluye Jaspers, es el fondo del entendimiento de la
expresión; aunque no de la comprensión mítico-natural. "La expresión
psíquica como la entendemos en los hombres es algo empíricamente real" (GP
256), siempre existe el riesgo de que nos engañe.
El conocimiento de la fisionomía puede contribuir al
entendimiento, pero su límite es la ausencia de principios que pueden componer
el vínculo entre el alma y el cuerpo de una forma metafóricamente estable. Su
búsqueda de causas sólo produce deducciones por medio de la analogía:
impresiones con base en lo inmediato. Sin embargo, al mismo tiempo no se puede
descuidar que
desde edad temprana el marco físico desempeña un papel en
la formación de la autoconciencia y la conducta general de una persona. Todo lo
que pasa a través de la propia vida, lo que se siente acerca de sí mismo y de
la propia apariencia es continuamente complementado por dichos elementos, como
si se es pequeño o alto, fuerte, débil o enfermizo, si se es en cualquier
sentido hermoso o feo, aún cuando originalmente esto no tiene nada que ver con
la psiquis propia. El individuo se modela a sí mismo de acuerdo a su cuerpo y
con su ayuda y en su compañía hay crecimiento psíquico, de modo que la forma
corporal y la vida psíquica se hacen recíprocas aún cuando inicialmente se
encontraban separadas.[GP 259]
Jaspers quiere decir que el método fisiológico, con
frecuencia mal desarrollado por estereotipos erróneos y provocando una pérdida
de forma, por una parte, y de contenido, por la otra, se fundamenta no obstante
en un aspecto que resulta significativo para nosotros: nuestro sentido de la
forma, nuestra capacidad de reaccionar a la forma, aún cuando no podamos asignarles
a las figuras resultantes una
implementación empírica demostrativa. "Ellas crean más bien
una 'átmósfera' para nosotros sin la cual seríamos muy pobres al llegar el momento de
estudiar nuestras realidades psiquiátricas" (GP 265).
Psicología de las concepciones del mundo
Después de haber enfrentado el primer nivel de
objetivación, el nivel que se encuentra en la psicología expresiva, Jaspers se
mueve hacia el análisis más agudo, pero también más controversial, del hombre que "vive en su propio mundo",
donde el alma se manifiesta en formas conscientes de conducta, en actividades
de la comunidad, etc. En la edición de 1913 de Allgemeine Psychologie esta sección existe, pero no está
clasificada como psicología de la concepción del mundo; el título sólo contiene
una referencia a las diferentes actitudes que el sujeto puede adoptar respecto
al mundo: comportamiento, acciones, conducta de vida. A la inversa, esta
sección de la edición de 1946 estaba tan bien estructurada que Jaspers, a fin
de definir su campo de interés, cita un largo pasaje de las notas
suplementarias de Goethe al segundo fragmento de los Physiognomische Fragmente de Johann C. Lavater, dedicados a la
"Fisionomía en general"[7].
Trata con la referencia de Goethe a una fisionomía más vasta que incorpora las
expresiones externas de la interioridad, como una ciencia que conoce lo interno
a través de lo externo. En las páginas previas, Jaspers había criticado el
intento realizado por la fisionomía de usar lo externo como un punto de partida
para atrapar lo interno; ahora, aplicando esta fórmula a una fisionomía mucho
más amplia (una psicología de la concepción del mundo) la perspectiva cambia.
La pregunta que ahora surge es: ¿qué debe entenderse como externo? Pero
también, como quería Lavater, los gestos inconscientes, la figura desnuda que
indica la fuerza interior del hombre adicionalmente a su status social, sus hábitos,
todo lo que él posee, sus ropas, lo modifica todo, lo esconde todo. Una vez
más, es obvio que no puede formularse ninguna teoría sólida, aún cuando
necesitamos no desesperarnos...él no sólo se encuentra
afectado por todo lo que lo envuelve; él también tiene un efecto en todo esto y
así en él mismo y, según resulta él modificado, así él modifica todo lo que lo
rodea. Las ropas y los muebles nos ayudan a deducir el carácter de un hombre.
La naturaleza forma al hombre, el hombre se transforma a sí mismo naturalmente.
Puesto en el vasto universo, construye su pequeño mundo dentro de este, produce
sus propias cercas y paredes, y lo amuebla todo a su imagen.[8]
Para Jaspers, de modo similar a la interpretación
goethiana del medio ambiente como extensión de la dimensión interna de la
subjetividad, el mundo que rodea al sujeto no sólo es su propia expresión, sino
también su razón de existencia. De hecho, esta misma "concepción orgánica,
comprehensiva de los seres humanos y de la forma en la que ellos se comportan
en su propio mundo"(GP 275)
constituye el fondo a partir del cual se inician y llevan a cabo análisis
específicos[9]. El
método es por lo tanto entender el medio ambiente formativo personal, la
conducta de vida y la acción; la suma de estos detalles puede hacer surgir una
definición y una comprensión del mundo del paciente, es decir, "una
concepción de lo que él experimenta realmente como su realidad"(GP 275).
En la edición de 1913 de Allgemeine Psychopathologie estas consideraciones se encuentran
articuladas de modo resumido. El capítulo en su conjunto tiene el objetivo más
general de ampliar la comprensión de las manifestaciones expresivas que por
entonces eran mal entendidas, i.e., encontrar una forma de acceder a una visión
del alma. La edición de 1946 tiene un enfoque diferente. La cantidad de espacio
dedicado a este tópico se ha triplicado y se ha introducido una parte enteramente
nueva: la capacidad del hombre de transformar su mundo, actuando al respecto[10].
En GP este
cambio no ha de interpretarse solamente como una extensión del campo de
análisis, sino más bien como una transformación en su totalidad de la
consideración de la subjetividad en general -así, también de la anormal. La
tarea ahora se convierte en reconocer la importancia de la relación entre
el mundo y la estructura de la
subjetividad. Jaspers considera la presencia de la realidad similar al efecto
de los sentimientos de una colisión que nos modifica, donde actuaremos a la vez
como modificadores y actuamos modificándola. Es la "dureza de la
realidad" (das Harte des Realen)
que apunta a un "salto a la filosofía existencial y a la auténtica
dimensión del ser, el yo y la libertad"[11];
este elemento todavía no se encuentra en las primeras ediciones de la visión de
la psicopatología o en la Psicología de
las Concepciones del Mundo. Pero ¿es este cambio de perspectiva la premisa
de un giro epistemológico?
Es posible afirmar que la aproximación a la filosofía de
la existencia parece determinar un mayor reconocimiento de la objetividad y de su
resistencia al sujeto; esto también separaría a Jaspers de una perspectiva
teórica (en correspondencia con la acusación hecha por Heidegger a la Psicología de las Concepciones del Mundo[12])
y reconoce la dimensión de la praxis como un elemento que funda la
subjetividad. De hecho, Jaspers aclara
este punto en la edición de 1946 introduciendo el párrafo sobre la
transformación del mundo, al hacer uso de la definición goethiana casi palabra
por palabra: "Cada criatura y de ahí cada hombre vive en un mundo que lo rodea (Umwelt), esto es, el mundo que el sujeto
apercibe y realiza por sí mismo, que se hace activo en él y en el cual, a su
vez, él actúa"(GP 280).
En mi opinión, resulta claro que este es el punto donde
esta fisionomía más amplia sale del plano de la psicopatología y se encamina a
lo filosófico. De hecho, dado que no es reconocible algún conocimiento
científico confiable, esto no nos conducirá a la comprensión de la subjetividad
del paciente sino que, más bien, podría ser una forma de acercarse a una
teoría de la existencia. En este punto las preguntas cambian; esto es, se trata
de entender si el mundo anormal es el resultado de una patología o si es
simplemente uno de los mundos posibles, más allá de lo sano y lo enfermo; si lo
anormal es sólo la forma en la que los sujetos enfermos pueden habitarlo y si
Jaspers también considera el choque con el mundo un elemento constitutivo de la
subjetividad.
Jaspers añade entonces que "la mente objetiva es
sustancialmente válida y no puede enfermarse. Pero el individuo puede
enfermarse en la forma en que participa en ella y la reproduce"(GP 287). Esto no quiere decir, sin embargo,
que un mundo producido por un hombre enfermo sea enfermo en sí mismo.
Existencia, Mundo, Decisión
Como ya hemos mencionado, el interés de Jaspers en el
mundo madura durante su giro hacia la filosofía de la existencia, demostrando
una mayor necesidad de entender al hombre -y por tanto también al hombre
enfermo, a partir de sus acciones y no sólo de sus representaciones. El
proyecto jaspersiano de formar una conciencia no contemplativa es la
consecuencia de no ver más la subjetifvidad en tanto meramente representativa. El
tema relativo a la resistencia del mundo obviamente fue relevante en la época, dada su centralidad en
la obra de Edmund Husserl y de Heidegger, pero también en la Zustandslehre (doctrina del estado, nota
de la traductora) de Heinrich Rickert; podemos rastrearlo aún más atrás con
Wilhelm Dilthey, una de las principales referencias teóricas de Jaspers.
Dilthey subraya cómo resistiendo la presión del mundo exterior ante nuestras
propias intenciones y con nuestras acciones externas batallando en vano,
expresamos la realidad independiente desde la cual estas acciones se originan[13].
El interés de Jaspers en esta idea de la resistencia ante
la realidad es decisiva para definir la subjetividad y para la identificación
de su dimensión práctica; esto garantiza entonces la introducción de este
capítulo en borradores posteriores de la GP,
donde la subjetividad encuentra su expresión no sólo en el acto del pensar
y del representar, sino también del actuar; este resultado se obtiene bajo la influencia de su acción filosófica reflexiva.
De hecho, la subjetividad patológica parece ser incapaz
de llevar a cabo una mediación a través de la resistencia al mundo; por eso
transforma a este último en mero objeto de la conciencia con características que
no se someten al tiempo y los eventos, apareciendo sólo como un contenido de la
conciencia. Esta versión patológica expresa así el desorden en la relación con
el mundo-que-resiste, que puede trasladarse a un nivel filosófico en un tipo de
debilidad ética: la incapacidad de actuar en una esfera ética. La reducción de
la objetividad a subjetividad, como lo elucida apropiadamente Jaspers en su Filosofía[14],
conduce a la pérdida del mundo y, con este, de
las normas y su valor obligatorio. Por esta razón, una aclaración
auténtica de la existencia requiere la apropiación del sentido de objetividad
en toda su verdad. Este mismo pasaje, de naturaleza práctica, resulta
descartado para algunas enfermedades mentales.
Tomemos, por ejemplo, el mundo de los pacientes obsesivos
perseguidos por representaciones desconocidas, disparatadas, las cuales ellos
sienten que deben cumplir. Jaspers define la relación que estos pacientes
establecen con los eventos. El paciente obsesivo genera pensamientos que son
"construidos dentro de un sistema de significados y sus acciones en un
sistema de ceremonias rituales"(GP
284), pero cada acción deja atrás dudas que lo obligan a empezarlo todo una vez
más. Jaspers afirma, citando a von Gebsattel:
El mundo se ha estrechado en una uniformidad artificial,
una inmutabilidad estrictamente regulada, rígida. El paciente está siempre en
acción, pero nada es alcanzado. "Hay un esfuerzo incansable sin un
descanso; él está siempre tratando con un enemigo que siempre está tras
él."...El mundo deja de ser un mundo según las cosas están sometidas a una
desrealización creciente...hay una pérdida de solidez, riqueza y forma, y por tanto de realidad; el mundo ya
no está. [GP 285]
Esto es por lo que Jaspers, en el caso del paciente
obsesivo, puede llegar a la conclusión de que ellos ven "el mundo entero
desapareciendo, con todos sus sentidos atentos e intactos para decírselo
así"(GP 286). Lo que se pierde
aquí obviamente es la capacidad del sujeto de actuar e interactuar con el
mundo.
Cuando describe el mundo de los pacientes con
fuga-de-ideas -recordando el análisis de Bingswanger-, Jaspers lo define como
"empresa inefectiva, un revoltijo general"(GP 286). Es como si el mundo, la vita activa, escapara a través de sus dedos, sin dejar huella, sin
impacto. El problema es que estos mundos no se comunican; el sujeto está
amurallado dentro de su propio mundo, bloqueando la dimensión intersubjetiva.
La objetividad, al ser imperfecta e incompleta, es negada de parte de la
subjetividad, que por otra parte se encuentra atada a parámetros absolutos y
objetivos inalcanzables. Un mundo anormal, escribe Jaspers en GP en 1946, y de este modo un mundo que
"divide a las personas en vez de unirlas" (GP 282), un mundo en el cual se sustrae la posibilidad de una
objetivación compartida; este es un mundo que se retira y se encoje en vez de
expandirse, un mundo distraído que hace añicos los sólidos fundamentos sobre
los que el alma debería evolucionar. La asimetría de la relación interpersonal
que se encuentra en la enfermedad mental alcanza su límite máximo; en este caso,
la estratificación compleja de cada proceso de identificación parece aplastarse
en un plano interior apático. Cada reminiscencia, cada análisis sintomático, se
mantiene siendo problemático y artificial. Para el psicoterapeuta Carlo
Pastore, este mundo produce una "Erlebnis
(experiencia vital, nota de la traductora) de inaccesibilidad"[15],
una distancia en la que el fundamento común de la acción es anulado.
Si negamos la neutralidad de nuestra visión del mundo,
como escribe Jaspers en Philosophie,
la existencia adoptará constantemente una postura, una tendencia, un medio de
deducir cada vez el sentido a partir de la situación (P 7-9)[16].
Es la imposibilidad misma de compartir y comunicar este litoral (que representa
en su propia forma la acción del sujeto) lo que bloquea toda posibilidad de
crear una relación. El tema de la resistencia y de la realidad del mundo marca el
trampolín que conduce del plano teórico del conocimiento como representación al
plano concreto del conocimiento como decisión.
Lo que se niega a partir del conocimiento causal puede hacerse efectivo
(wirklich) gracias al tema de la
resistencia[17].
Hay por consiguiente otro espacio para la comprensión, otro tramo para la
comprensión en la dimensión del ethos: la subjetividad se manifiesta a la través
de la acción humana.
Psicopatología, Mundo, Filosofía
La realidad individual está acuñada dentro de la relación
con la realidad general, que se presenta de una manera articulada y discordante
y se ha desarrollado de acuerdo a tradiciones de una cultura y de sus
enseñanzas en una época determinada. Ciertamente, el paciente no habla del
mundo que él experimenta directamente, sino que a través de sus acciones y
comportamiento es posible entender cómo él piensa sobre la posibilidad de
actuar en este. Jaspers declara que es posible tener una ojeada de un campo
parcial de las concepciones del mundo del paciente, tarea difícil dado que el
observador tiene que salir de su propio mundo. No podemos explicarlo a través
del conocimiento científico, sino que más bien podemos tratar de comprenderlo.
La concreción de estos mundos puede estudiarse desde un punto de vista
histórico-espiritual o psicológico-psicopatológico. El único revés es que este
enfoque tiene que detenerse en cierto punto. Las limitaciones de este enfoque
se subrayan por la crítica de Jaspers. Podemos percibir esto de la crítica
hecha a la línea antropoexistencial de pensamiento en la psicología de su
tiempo, lo que Jaspers define como la psicopatología genético-constructiva de
Binswanger, von Gebsattel y Kunz. Ir más allá del análisis de las funciones,
las acciones y las construcciones neurofisiológicas como sugiere von Gebsattel,
es, de hecho, sobrepasar todas las posibilidades del conocimiento. Pero el
resultado de esta psicología antropoexistencial es una fisionomía psicológica
o, más bien, una fisionomía metafísica. Reconducir el conocimiento de la
totalidad del ser humano al proceso vital del llegar a ser contamina las
categorías filosóficas con lo biológico, la filosofía con la ciencia. Si por lo
tanto es cierto que dichas
consideraciones constructivas pueden ayudar al paciente a entenderse
mejor a sí mismo, conduciendo al conocimiento filosófico, entonces ellas no
pueden utilizarse como fundamentos de la psicopatología.
Terminaríamos también perdiendo a la filosofía. En
contraste con una etapa ulterior de la psiquiatría fenomenológica, Jaspers no
abraza totalmente la idea de un único mundo, más allá de la salud y la
enfermedad -encontrando la anormalidad sólo en la forma en que el enfermo reside
en este. Jaspers postulará esta tesis sin emitir una negación, aunque es un hecho dado que en los años siguientes
sentiremos que el impacto con el mundo puede ser uno de los lugares a tarvés
del cual se abre paso una patología,
haciendo posible entenderla de cerca. Si como reconoce el propio Jaspers, la
delusión "implica una transformación
en nuestra conciencia total de la realidad" (GP 95) que se revela cuando se juzga la realidad, entonces resulta
claro que un elemento disruptor interviene en la relación sujeto-objeto; esta
es la verdadera razón del por qué el mundo patológico no se describe como un
error en el conocimiento de la realidad, sino como un error en la evaluación,
rompiendo el vínculo práctico con el mundo. Según Jaspers, cuando una experiencia
delirante se produce incomprensiblemente en la relación original
sujeto-realidad, el propio juicio de la realidad queda subsecuentemente comprometido.
Al mismo tiempo, este también ha renunciado a compartir el mundo[18]:
eso que está "irremediablemente perdido en el engaño"(GP 411) es, en este sentido, el mundo
real[19].
El delirio también rompe el pacto que establece que todos deben estar en
conformidad con la realidad.
Por lo tanto, para Jaspers el concepto de mundo como un
espacio fisionómico ampliado (como se menciona por Goethe) es un lugar para
adquirir el conocimiento de la interioridad -tanto de la sana, como de la
enferma. No obstante, este lugar de
acción y de toma de decisiones abandonará el campo psicopatológico para
convertirse en aquel otro del conocimiento filosófico. Así es como Jaspers
puede afirmar que el intento de introducir en la psicopatología un método que
demuestra la correspondencia ontológica entre lo biológico y los síntomas
psíquicos de la mente en el campo patológico es similar a la idea de
conformación, ya que "la totalidad de la vida humana y de su origen último no puede ser
objeto de ninguna investigación científica"(GP 543). La comprensión en la psicopatología ofrece el rescate en el plano filosófico, en el conocimiento existencial, donde el mismo mundo
juzgado por la ciencia como insuficiente adquirirá riqueza y valor.
[1] Una versión anterior de este ensayo es "Comprendere
i fatti. Corporeità e mondo nella psicopatologia jaspersiana", Studi Jaspersiani 2 (2014), 103-128.
[2] Karl Jaspers, General Psychopathology, trad. de J. Hoenig y Marian W. Hamilton,
Baltimore, MD: Johns Hopkins University Press, 1997.[En lo que sigue citado
como GP]. Véase también Kurt Kolle,
"Grundsätzliches zur psychiatrischen Körperbauforschung", Klinische Wochennschrift 14 (1926),
595-7. Kolle llama la atención sobre la investigación del cuerpo y compara la
tesis de Jaspers con la obra de 1921 de Ernst Kretschmer, Körperbau und Charakter.Sobre la base de los resultados de sus
experimentos, Kolle critica la teoría de Kretschmer que quiere uniformar el
vínculo entre la constitución física y
la patología mental, y acepta en su lugar la postura relativa y crítica de
Jaspers como científicamente sólida.
[3] Karl
Jaspers, Allgemeine Psychopathology. Ein
Leitfaden für Studierende, Ärzte und Psychologen, Heidelberg: Springer
1913, 132-144.
[4] La revista era producida por la Deutsche
Graphologische Gesellschaft, publicada inicialmente en 1897 y descontinuada en
1908 con la publicación del volumen XII.
[5] Véase
Ludwig Klages, Die Probleme der
Graphologie. Entwurf einer Psychodiagnostik, leipzig: Johann Barth, 1910.
[6] El propio Goethe proporciona una definición
de su idea de forma (Gestalt):
"Los alemanes tienen una palabra para el complejo de la existencia
presentada por un organismo físico: Gestalt
[forma estructurada]. Con esta expresión ellos excluyen lo que puede cambiar y asumen que un todo
inter-relacionado se identifica, se define y se fija en su carácter. Pero si
miramos a todas estas Gestalten ,
especialmente a las orgánicas, descubriremos que nada en ellas es permanente,
nada se encuentra en reposo o se define -todo está en un flujo de movimiento
continuo. Esto es por lo que el alemán hace uso continua y apropiadamente de la
palabra Bildung [formación] para
describir el producto final y también para lo que se encuentra en proceso de
producción. Así al establecer una morfología no debemos hablar de Gestalt, o si usamos el término debemos
al menos hacerlo sólo en referencia a la idea, el concepto o a un elemento
empírico que se mantiene firme durante un simple momento del tiempo. Cuando
algo ha adquirido una forma, se metamorfosea inmediatamente a una nueva. Si
queremos llegar a cierta percepción viva de la naturaleza, debemos mantenernos
tan rápidos y flexibles como la naturaleza y seguir el ejemplo que ella
ofrece." Wolfgang von Goethe, "The Purpose Set Forth (de On Morphology), " en Scientific
Studies, ed. y trad. de Douglas Miller, New York: Suhrkamp Publishers 1988,
pp. 63-4. La forma, más bien que un
elemento estable, indica una continua transformación en virtud de una capacidad
de metamorfosis en a que se produce una
fuerza interna; esta última ya es un elemento potencial de la fase inicial del
proceso de formación.
[7] Johann
Caspar Lavater, Physiognomische Fragmente zur Beförderung der Menschenkenntnis und Menschenliebe, Vol. IV,
Leipzig y Winterthur: Weidmanns Erben&Reich y Heinrich
Steiner&Compagnie 1775-1778, aquí Vol. 1 (1775), p.15.
[8] Citado
en GP 275,Eduard von der Hellen, Goethes Anteil an Lavaters Physiognomischen
FRagmente, FRanfurt am Main: Rütten & Loening 1888, p. 33.
[9] Sobre la relación entre el fondo y la
figura véase Edgar Rubin, Visuell
wahrgenommene Figuren, Coponhagen:
Gyldendals, 1921. A pesar de no ser citado por Jaspers, esta es una obra
coetánea.
[10] El interés en la acción y la retroacción
entre el hombre y el medio ambiente
coloca a Jaspers dentro del ámbito de la antropología filosófica de su época. Véase
la psicología teórica de Erwin Straus, la interpretación filosófico-antropológica
de Hanz Kunz, el análisis existencial de Alfred Storch y Ludwig BInswanger y
también la antropología médica de Viktor Emil von Gebsattel, Prolegomena einer medizinischen
Anthroipologie, Berlin: Springer,
Berlin 1954. Adicionalmente, Viktor Emil von Gebsattel, Imago hominis: Beiträge zu einer personales Anthropologie, Salzburg:
Otto Müller, 1968. Jaspers se refiere a
"Die Welt der Zwangskranken", de von Gebsattel, Monatsschrift für Psychiatrie 99 (1938),
10-74.
[11] Kurt
Salamun, Karl Jaspers, Würzburg:
KÖnigshausen & Neumenn 2006, p. 101.
[12] Martin
Heidegger, Ammerkungen zu Karl Jaspers'
"Psychologie der Weltanschauungen" (1919-21). El texto heideggeriano, que quedó sin publicar por
largo tiempo, será publicado sólo después de la muerte de Jaspers en Martin
Heidegger, Wegmarken [1967],
FRankfurt am Main: Klostermann 1978, pp. 1-44. Aquí Heidegger critica cómo
Jaspers percibe la vida, conectándola más bien a una dimensión idealista.
[13] Véase
Wilhelm Dilthey, "Die Typen der Weltanschauung und ihre Ausbildung in den
metaphysischen Systemen [1911]", en Gesammelte
Schriften, Volume 8: Weltanschauungslehre, ed. de Bernhard Groethuysen, Göttingen: Vandenhoeck & Ruprecht, 1991,
pp. 75-120.
[14] Véase
Karl Jaspers, Philosophie, Vol. II, Berlin: Springer 1932, p. 403.[En lo que
sigue citado como P]
[15] Carlo Pastore, "Il mondo del
delirio. Note introduttive all'ipotesi della ricodificazione sensoriales dei
processi noetici", Compendre 19
(2001), 238-259.
[16] Para este aspecto véase Csaba Olay, "Jaspers
und Gadamer über Kommunikation und Dialog", Jahrbuch der österreichischen Karl-Jaspers-Gesellschaft 24 (2011),
57-77, que subraya en la página 62 cómo "la existencia tiene, para
Jaspers, el mismo significado que el ser-sí-mismo; esto no debe percibirse en
una forma pasiva, sino más bien como una forma que no ha sido alcanzada
por cada vida humana. Por consiguiente,
la existencia indica la tarea y la elección de una decisión, de estar en
posición de no perderse a sí mismo en una mera
modalidad óntica de las masas".
[Traducción de la autora]
[17] Karl
Jaspers, Vernunft und Widervernunft in
unserer Zeit, München: Piper, 1950.
[18] Respecto a la posibilidad de construir un
mundo compartido de esquizofrénicos, Jaspers cita la obra de von Bayer, quien analiza la
experiencia de pacientes que sufren de delirios persecutorios (GP 282). Véase Walter Ritter vbon
Bayer, "Über konformen Wahn", Zeitschrift
für Neurologie 140 (1932), 398. Sin embargo, este sigue siendo un aspecto
problemático para Jaspers,ya que la tendencia egocéntrica de los delirios
esquizofrénicos hace el mundo esquizofrénico más accesible a la persona sana que a otro paciente esquizofrénico.
[19] La interpretación jaspersiana,
reconociendo la incomprensibilidad de la enfermedad psíquica, se abre a una
visión orgánica. Aquí Jaspers se relaciona con Carl Wernicke, que describe
algunos problemas de la persona enferma como ideas autóctonas, "imágenes
de meta" nacidas de la tierra, que no tienen nada que ber con causas
externas (GP 184).
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