Tuesday, July 3, 2012

Gregory J. Walters. EL GIRO DE JASPERS HACIA LA FILOSOFÍA POLÍTICA





Gregory J. Walters. "El giro de Jaspers hacia la filosofía política." Capítulo I de: "Karl Jaspers y el rol de la Conversión en la Era Nuclear." Tomado de: Karl Jaspers and the Role of "Conversion" in the Nuclear Age. Chapter One, "Jaspers' Turn to Political Philosophy," University Press of America, 1988, p. 1-24.

GREGORY J. WALTERS,  es profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad San Pablo / Université Saint-Paul, Ottawa, Canadá. Es autor de Karl Jaspers y el rol de "conversión" en la Era Nuclear (1987); Acceso equitativo: la protección de los derechos de los discapacitados (1992); Los Derechos Humanos en la teoría y en la práctica (1995), Los Derechos Humanos en la Era de la Informática: un análisis filosófico (2001). Editor y colaborador en Las tareas de la verdad: Ensayos sobre la idea de Universidad en Karl Jaspers (1996); Co-editor y colaborador en: Carl L. Bankston y otros, Relaciones raciales y étnicas en los Estados Unidos (2000); con Andreas Cesana, en: Karl. Jaspers: Geschichtliche Wirklichkeit mit Blick auf die Grundfragen der Menscheit (Karl Jaspers: su actualidad histórica a la luz de los problemas fundamentales de la humanidad) (2008); con Kurt Salamun: La filosofía de Karl Jaspers: exposiciones e interpretaciones (2008), y con Helmut Wautischer y Alan M. Olson: La Fe Filosófica y el Futuro de la Humanidad (2012). Publicaciones recientes: "Filosofía del ser del Gen: un prolegómeno," en  La tecnología y el rostro cambiante de la humanidad (2010); "La brutalidad policial y los derechos humanos: diálogo", en Science et Esprit (2010); "La fe filosófica y el hundimiento de la verdad en el tiempo ", en La Fe Filosófica y el Futuro de la Humanidad (2012). Ocupó la cátedra Gordon F. Henderson del Centro de Investigación y Enseñanza de los Derechos Humanos (Centre de recherche et d'enseignement sur les droits de la personne) de la Universidad de Ottawa (1998), y recibió fondos de la Comisión de Asuntos Exteriores de Canadá y de la Asociación de Estudios austro-canadienses(2006) para impartir conferencias en Hörsaal des Institutes für Pathologie am LKH-Universitätsklinikum; en  Institut für Philosophie en Karl-Franzen,Universidad de Graz y en las Universidades de Klagenfurt y Salzburgo.
 
Traducción del original en inglés por Gladys L. Portuondo. La presente versión al español se publica con el permiso del autor, Gregory J. Walters. Agradecemos a Alan M. Olson y a Helmut Wautischer su apoyo con vistas a publicar esta traducción.




1.0 Introducción

En la Introducción a su Philosophische Autobiographie Jaspers señaló que "toda filosofía -debido a que ésta es una actividad del espíritu humano-  se encuentra, tanto en sus temas como en sus causas, conectada íntimamente con la vida de la persona que está filosofando."[1] Si la conexión  entre el pensar y la experiencia vital es verdadera para la filosofía de Jaspers como un todo, entonces ésta es verdadera, a fortiori, para su pensamiento político. Porque así como los teólogos "políticos" y de la "liberación" nos recuerdan que la teología es esencialmente reflexión crítica sobre la praxis, así también Jaspers nos recuerda que es precisamente en su aspecto práctico-político que una filosofía muestra lo que ella es. Esta visión se le hace clara como resultado de sus doce años bajo el totalitarismo Nazi:

Ninguna gran filosofía carece de pensamiento político, ni siquiera la de los grandes metafísicos; ni la de Plotino, ni para nada la de Spinoza, quien incluso llegó tan lejos como para desempeñar un rol activo, espiritualmente efectivo. Desde Platón hasta Kant, Hegel, Kierkegaard y Nietzsche, va la gran política de los filósofos. Lo que una filosofía es, se muestra en su apariencia política. Esto no es algo incidental, sino de significación central. No fue un accidente que el Nacionalsocialismo, así como el Bolchevismo, vieran en la filosofía a un mortal enemigo espiritual.[2]

Para Jaspers, entonces, la filosofía y la práctica y la teoría políticas se encuentran indisolublemente vinculadas. Como lo ha notado Elisabeth Young-Bruehl, Jaspers "atribuye al pensamiento político una importancia que es diferente a la que le atribuían  aquellos filósofos que distinguían lo político de la vida teorética -el bios politikos y el bios theoretikos."[3] Para él la interrelación entre la filosofía y la política no se encuentra "obligada hacia la tradición en que la filosofía se identifica virtualmente con la contemplación -la tradición en la que Kant participó a la vez que destruyó: para Jaspers, 'el pensamiento es según lo que hace el pensador.' "[4] Y según ya él lo había expuesto al  inicio de su Philosophie, "el pensar filosófico ocurre en movimientos que cumplen y confirman un ethos,  por lo que los efectos del pensamiento filosófico se extienden a nuestra vida política y privada, mostrando así lo que ésta es." A esto él añade que todo pensamiento prueba ser verdadero solamente "si éste abarca nuestras acciones cotidianas, tanto como aquellas de los exaltados momentos de su nacimiento."[5]

En este capítulo queremos mirar más de cerca a los desenvolvimientos biográficos principales en la vida y las obras de Jaspers, antes y después de su giro hacia la filosofía política con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial. Obviamente, una biografía detallada del hombre y de sus esfuerzos políticos no es posible ni deseable aquí.[6] Sin embargo, un breve resumen de su vida y de sus obras principales no sólo nos permitirá comprender la significación con la que él llegó a apreciar el pensamiento político, sino que también nos brindará un amplio contexto para situar su pensamiento acerca  del problema de la bomba atómica y el futuro de la humanidad. Porque, claramente después de la Segunda Guerra Mundial, la reflexión filosófica y el pensamiento político se hicieron para él tan inseparables como  vivir y respirar.

La vida y las obras principales de Jaspers pueden dividirse históricamente en tres periodos, que proporcionan la estructura para este capítulo: a partir de  su nacimiento hasta la irrupción de la Primera Guerra Mundial (1.1); desde 1914 hasta el final del Nacionalsocialismo y el totalitarismo de Hitler en 1945 (1.2); y finalmente, las dos y media décadas de su vida desde 1945 hasta su muerte, a la edad de ochenta y seis años, el 26 de febrero de 1969 (1.3). Este periodo final marca propiamente el giro de Jaspers hacia la filosofía política, en el cual él dedicó  su pensamiento primordialmente a un estudio de los grandes filósofos y a la política, tanto alemana como global. Este tercer periodo también marca un interés creciente en la relación entre la fe filosófica y la fe de la revelación.

1.1 Los años tempranos: 1883-1914

Karl Jaspers nació el 23 de febrero de 1883, en Oldenburg, Alemania, cerca de la costa del Mar del Norte. Asistió al Gymnasium en el pueblo y desde 1901 en adelante estudió derecho en Heidelberg (dos semestres), en Munich (un semestre en 1902) y medicina en Berlín, Göttingen y Heidelberg (1902-1908). Su experimentación con diferentes universidades es un testimonio de una existencia incansable y en búsqueda como estudiante. En 1907, en Heidelberg, conoció a quien llegará a ser su esposa, la judía Gertrude Meyer, con quien se casó tres años después, en 1910. En 1908 pasó el examen médico estatal, completó su disertación sobre la nostalgia y el crimen ( "Heimweh und Verbrechen"), y se encontró por vez primera con el indomable Max Weber. Finalmente recibió su doctorado en Medicina en Heidelberg, en 1909. De 1909-1915 trabajó como asistente voluntario en el hospital psiquiátrico en la Universidad de Heidelberg. En 1913 se habilitó como Privatdozent con su Allgemeine Psychopathologie (General Psychopathology) bajo la dirección de Windelband en Psicología,  un departamento que se encontraba bajo los auspicios de la Facultad de Filosofía en Heidelberg.

La vida temprana de Jaspers fue excepcional en muchas formas. Tanto su padre como su madre procedían de una extensa línea generacional de comerciantes y agricultores, y le proporcionaron un espíritu de coraje y determinación en un hogar amoroso. Guiado por la autoridad de su padre, fue educado "con un interés en la verdad y la lealtad, en el logro y la fiabilidad, aunque sin la religión eclesiástica (excepto por las escasas formalidades de la confesión protestante)."[7] Ya desde el Gymnasium  mostró su espíritu independiente cuando, en lucha amorosa (El autor usa este concepto en el sentido en que Jaspers lo introdujo en su filosofía de la comunicación. Nota de la Traductora) con un director, rechazó unirse a una "fraternidad" por convicción. "Estos grupos," sostuvo, "hacen distinciones sobre la base del status social y la ocupación de los padres y no sobre la de la amistad personal."[8] Esta no fue la última ocasión en la que estaría solo por sostener un principio.

El proteico estilo de vida  de Jaspers como estudiante universitario durante los años 1901-1902 refleja su descontento consigo mismo y con la sociedad. La contemplación y la soledad durante esta época fueron dolorosos para él con frecuencia, un individuo solitario, melancólico y demasiado consciente de sí mismo. Mientras emprendió  el estudio de la filosofía simultáneamente con sus cursos de leyes, siempre estuvo en desacuerdo con los instructores. "Contra los profesores de filosofía," relata, "tenía una antipatía, porque ellos no abordaban lo que realmente me interesaba más. Como personas parecían arrogantes y dogmáticos."[9] No fue hasta que emprendió el estudio de la medicina en 1902 que su vida sin rumbo llegó a un final, y empezó la búsqueda del "conocimiento de los hechos y del hombre."[10]

El aforismo de Nietzche de que las experiencias de la vida que no nos aniquilan, nos hacen más fuertes, se aplican bien a Jaspers. Únicamente al llegar a sus diecinueve años pudo ser correctamente diagnosticado de padecer  "bronquiectasis  con descompensación cardíaca"[11] -una condición pulmonar que teóricamente le pronosticaba solamente quince años de vida. A lo largo de lo que resultó ser una vida irónicamente larga, esta condición le obligaba a renunciar a las diversiones normales de la juventud, limitaba su movilidad y daba la impresión de que él era distante e indiferente. A riesgo de su salud, su trabajo siempre exigió un estilo de vida relajado y concentrado. Su salud constituyó un límite fundamental a lo largo de su vida, y no se puede sino especular acerca de que sus prolíficos escritos crecieron a partir de una voluntad resuelta a superar esta condición física básica, así como a partir de un inherente talento. Sobre todo, parece como si la admiración de Jaspers por Max Weber, "el alemán más grande de nuestra época,"[12] surgiera parcialmente a partir de una empatía con la condición física de Weber, o más exactamente, con sus aflicciones físicas.

En su periodo temprano la obra de Jaspers está representada por varios artículos sobre la inteligencia, las alucinaciones, las ilusiones y el desarrollo de enfermedades,  ilustrados por estudios de casos.  Una gran parte de esta obra fue producida durante los años 1908-15, mientras él trabajaba como asistente en el hospital psiquiátrico de Heidelberg, el cual se encontraba bajo la dirección del famoso neuropatólogo Franz Nissl, sucesor de Emil  Kraepelin. La confusión intelectual y metodológica en la psiquiatría de esa época fue la fuerza motivadora detrás de su Allgemeine Psychopathologie de 1913 (General Psychopathology). El joven Jaspers se dispuso a exponer en esta obra las variadas condiciones que determinan la cognición en el ámbito psicológico. Tanto la fenomenología de Husserl, de la que se apropió Jaspers excepto en su concepción de  las "esencias" (Wesensschau), como la "psicología descriptiva y analítica" de Dilthey, que él denominó "verstehende Psychologie," proporcionaron su método al estudio. La diferenciación por parte de Jaspers de la "explicación," entendida según relaciones de causa y efecto empíricamente existentes, y la "Verstehen," como relación no causal, aunque significativa, de los fenómenos psicológicos, ha sido reconocida por un comentarista como una de las aclaraciones más fructíferas que esta notable obra inicial aportó al campo de la psicología por el joven Jaspers, quien tenía apenas treinta años de edad.[13]

La experiencia de Jaspers  como asistente voluntario por siete años (1908-1915) en el hospital psiquiátrico en Heidelberg merece reconocerse del modo más sobresaliente, ya que fue esta experiencia la que directamente influyó en su transición de la psicología hacia la filosofía. Fue durante este periodo que él tuvo que enfrentarse con las tareas "prácticas" cotidianas, más que vivir en el mundo de las ideas y del pensar estrictamente filosófico. Aunque disfrutaba del trabajo con los distinguidos y numerosos médicos del personal, su posición en el grupo, estrechamente unido, era anormal. Su enfermedad pulmonar limitaba sus oportunidades para convertirse en  asistente del personal regular, y él no comía ni vivía en el hospital. A pesar de esta condición, no obstante, la epistemología general de la psicopatología de Jaspers fue bien recibida, particularmente por Nissl, quien anteriormente le había dado una nota excelente en su disertación y había aceptado permitirle trabajar en su hospital. Fue Nissl quien lo alentó para que presentara su habilitación con el famoso Kraeplin en Munich y con Alzheimer en Breslau, ya que no había nuevas oportunidades de habilitación en medicina en Heidelberg en 1913. Aún así, debido a su amor por Heidelberg, él rechazó ambas oportunidades. En su lugar, eligió presentarse para habilitar en el departamento de psicología de la facultad de filosofía, con la esperanza de regresar al hospital de Nissl tan pronto como una posición fuese abierta para él.

Fue esta habilitación la que influyó parcialmente en su transición de la medicina a la filosofía. El otro factor, una vez más, fue su salud. Durante la primera Guerra Mundial,  Nissl, quien había aceptado una posición como investigador en Munich,  le había pedido que lo sustituyera. Jaspers y su esposa decidieron que incluso con un apartamento en el hospital, esto sería físicamente imposible. La decisión fue dolorosa. La perspectiva de seguir el espíritu de la investigación formal como médico parecía más atractiva que una vida únicamente confinada a los libros y a una carrera de enseñanza académica.  Pero en retrospectiva, él consideró los eventos de este período como vinculados a su propia posible Existenz.

Al mirar hacia atrás, todo parece sorprendente. Lo que en este tiempo se impuso debido a mi enfermedad y fue aceptado con renuencia, es decir, la elección definitiva de la facultad de filosofía, de hecho me estaba conduciendo al camino al cual yo estaba destinado. Desde mi temprana juventud yo había estado filosofando. En realidad, yo había elegido la medicina y la psicopatología debido a motivos filosóficos. Sólo la timidez en vista de la grandeza de la tarea me había impedido hacer de la filosofía la profesión de mi vida.[14]

No hay evidencia, entonces, para sugerir que Jaspers estaba interesado directamente en la política durante este periodo inicial de su vida. El vacío no es accidental. Porque mientras su abuelo, su padre y dos de sus hermanos fueron representantes del estado en Oldenburg, él fue apolítico durante los treinta y un primeros años de su vida. Como Jaspers lo reveló en su Nachlass, él admitió que como estudiante "sentía poca responsabilidad por el curso de los eventos [políticos] como un todo."[15] En vez de eso, se veía a sí mismo entregado a las tareas puramente académicas. Las únicas dos excepciones de esta regla fueron el sentimiento de ridículo que  sintió por el Kaiser Guillermo debido a  su  "pomposa grandilocuencia y sus acciones provocativas," las cuales condujeron eventualmente a la Primera Guerra Mundial, y el terror que  sintió en 1908 en relación al vuelo del dirigible Zeppelin y a la "intoxicación" nacionalista que esto provocó en el pueblo.[16]

1.2  De la Primera Guerra Mundial al final del totalitarismo alemán: 1914-1945

Aunque el giro formal de Jaspers hacia el pensamiento político se produjo como resultado de la Segunda Guerra Mundial, su posición apolítica se sometió a una transformación inevitable con el estallido de la guerra en 1914.

Todo lo que parecía haber sido siempre seguro se vio amenazado de un golpe. Sentimos que habíamos entrado en un proceso irresistible, opaco [...] Yo buscaba comprender desde entonces este nuestro destino humano, no como la necesidad cognoscible de un oscuro proceso sobrenatural de la historia, sino como una situación cuyos resultados -sobre la base de lo que es propiamente cognoscible, lo cual es siempre algo específico- están decisivamente determinados por nuestra libertad humana.[17]

Desde el inicio de la guerra el pensamiento político de Jaspers se orientó a partir de Max Weber, quien por entonces era un crítico tanto del Kaiser Guillermo, como en 1917 de Ludendorff, por su "estupidez" política. La interpretación por parte de Weber del nacionalismo[18] y de una hegemonía alemana diferente tanto de la hegemonía rusa, como de la anglosajona, influyó en Jaspers hasta 1933. Y sin embargo, él siempre fue escéptico respecto al prusianismo de Weber y a su alta consideración por Bismarck, aún cuando fue a partir de un fundamento tanto kantiano como weberiano que Jaspers desarrollaría después los dos principios fundamentales de su filosofía política: primero, la libertad política existe solamente en correspondencia con la libertad de todos; y en segundo lugar, "no hay paz sin libertad, ni libertad sin verdad."[19]

A pesar del profundo impacto del pensamiento político de Weber sobre Jaspers, los primeros años de su segundo periodo  estuvieron otra vez caracterizados inicialmente por la continua atención a sus tareas académicas. Desde 1914 hasta el primero de abril de 1922, momento en el cual fue citado por Heinrich Rickert para una cátedra en filosofía en Heidelberg, Jaspers impartió conferencias sobre psicología de los tipos de caracteres, sobre percepciones sensibles,  memoria,  fatiga,  patografía, religión y moral y  epistemología de la psicología. Estas conferencias culminaron en su Psychologie der Weltanschauungen (1919) la cual, según lo admitió el propio Jaspers, marcó verdaderamente su giro desde la psicología a la filosofía y la fundamentación de su  pensamiento ulterior. Fue aquí que Jaspers desarrolló inicialmente la idea de la dicotomía sujeto/objeto -si bien aquí como distinción entre Weltanschauungen qua actitudes (lo subjetivo) y Weltanschauungen qua concepciones del mundo (lo objetivo)- que figura de modo predominante en sus escritos filosóficos posteriores. La obra también elaboró su noción de los "tipos" psicológicos ideales y espirituales, el último de los cuales incluyó su interpretación de los valores y de las "situaciones límite."[20]

Aparte de un estudio patográfico sobre Strindberg und Van Gogh en 1922 y Die Idee der Universität en 1923 (ambos revisiones de manuscritos anteriores), Jaspers no publicó nada más durante una década durante el periodo de su intencional silencio público (1923-1931). Fue durante este periodo que él preparó su Philosophie en tres volúmenes, con su orden kantiano de ascensión a partir del mundo (Orientación en el mundo, vol. I), hacia el yo (Aclaración de la Existenz, vol. II) y hacia Dios (Metafísica, vol. III). Esta obra, que siempre fue la más cercana a su propio corazón, fue publicada finalmente en diciembre de 1931. Contiene las ideas políticas fundamentales concernientes a la  pretensión de la Existenz individual en la sociedad y en el estado,[21] y los límites de la acción tecnológica y política "intencionada." La posibilidad de la auto-destrucción humana, la cual él llegaría a ver como una probabilidad "intelectual" veinticinco años más tarde en su libro sobre la bomba atómica y el futuro de la humanidad, ya se encontraba aludida en esta obra cuando escribió que "algún día el hombre será capaz de hacer explotar el planeta y reducirlo a polvo cósmico."[22]

Aún cuando Jaspers no estaba directamente involucrado en la política durante este periodo de silencio, sería erróneo decir que él no tuvo una existencia política, aún cuando dicha participación se encontraba estrechamente circunscrita a la universidad. En el Senado de la universidad como Privatdozent en 1919, por ejemplo, rechazó firmar una petición a la que todas las universidades alemanas habían sido llamadas por el rector de la universidad de Berlín. La petición se oponía a las condiciones del tratado de paz de Versalles. Él objetó la petición no debido a sus injustas condiciones de paz, sino porque sentía que la petición, en principio, comprometía la libertad intelectual de la universidad. Siempre consideró que la misión de la universidad, como la de la iglesia, era supranacional.

Un incidente similar tuvo lugar nuevamente en 1924, cuando defendió a un profesor de estadísticas llamado Gumbel, contra la ira de los profesores nacionalistas en Heidelberg. Como pacifista declarado, Gumbel se oponía al restablecimiento del ejército alemán y denunció la pérdida de soldados alemanes durante la guerra. El patriotismo era alto y Gumbel, a quien se consideraba que deshonraba la memoria de los muertos en la guerra, se convirtió en víctima  de acciones que buscaban poner fin a sus responsabilidades  en la enseñanza.  Jaspers lo defendió no porque Gumbel fuese un pacifista, sino porque él sabía que las condiciones de la libertad académica se encontraban en riesgo.

Si hoy, debido a convicciones políticas pacifistas y debido a acciones que revelan la violación política de un tratado (aún si esa violación es la del tratado de paz de Versalles), un instructor puede ser reprimido bajo el pretexto de un insulto al honor nacional, lo cual vela cuidadosamente aquellos factores, entonces mañana algún otro (puede sufrir esta misma suerte) debido a su ateísmo y, pasado mañana, todavía otro, debido a su inconformidad con el régimen de estado existente.[23]

Él siempre sostuvo la libertad de la universidad como una de las condiciones más importantes de la auténtica libertad política.

La primera participación formal  de Jaspers en el pensamiento "político" se produjo en 1929, cuando se le encargó escribir un trabajo para la serie Goshen sobre los "movimientos"  espirituales de la época. Como ha escrito Dolf Sternberger, sin embargo,  su Die geistige Situation der Zeit (Man in the Modern Age) no era como tal un análisis de la situación política alemana, sino un análisis de la "conciencia de la época" que se había separado del ser, de la situación moral-espiritual de la época y por tanto, sólo indirectamente  una declaración de la posibilidad de la política en la era de la tecnología y la mecanización.[24] El libro se completó en septiembre de 1930, al mismo tiempo que la exitosa elección del Nacionalsocialismo para el Reichstag, cuya demencia Jaspers veía como "imposible" y ciertamente pasajera.

Cuando el golpe de estado llegó en todo su horror en 1933, Jaspers se sentía incrédulo.[25] Hannah Arendt le preguntó en ese momento qué haría él dada la "elección." Él respondió simplemente que el evento  era una "opereta" y que él no haría el papel de héroe en ella.[26] Y cuando Ernst Meyer le dijo en el verano de 1933 que los Nazis  "nos llevarían a los judíos un día a las barracas y le prenderían fuego a las barracas,"[27] él pensó que la idea era simplemente demente. Reflexionando sobre el evento al final de su vida en 1969, él pudo sin embargo confesar que "al principio me engañé. Pienso sobre esto con vergüenza. Todavía no creía en las consecuencias extremas [del golpe de estado]. [Yo consideraba] un cambio rápido del sinsentido y un golpe de estado del gobierno posible. Quería que el miedo no tuviera semejanza con la verdad.' "[28]

La obra y la experiencia de vida de Jaspers de 1933 a 1945 forman un capítulo en sí mismas. Los eventos cambiaron de malos a peores, y finalmente se hicieron insoportables: de 1933 en adelante él fue excluido de la administración de la universidad, cuya nazificación se había completado a principios del verano de 1935; en 1937 no se le permitió enseñar por más tiempo; en 1938 el Reichsschrifttumskammer, el comité de censura Nazi, le prohibió publicar.[29] Mientras tanto él había escrito Vernunft und Existenz, 1935 (Reason and Existenz), sus libros sobre Nietzsche (1936) y Descartes (1937),[30] así como la Existenzphilosophie, 1938 (Philosophy of Existence). Realizó también numerosos intentos de emigración.[31] Aunque excluido de la universidad y de la posibilidad de publicar, su autodisciplina interior le permitió continuar trabajando hasta 1941. Aunque él y su esposa judía tenían que vivir bajo circunstancias siniestras, ellos trabajaron juntos intensamente. Jaspers revisó su Allgemeine Psychopathologie, preparó el principio de un volumen de mil páginas (Philosophische Logik) sobre la verdad (Von der Wahrheit, 1947) y trabajó sobre varios filósofos del pasado para su historia de "los grandes filósofos."

Él estaba seguro de que los eventos en Alemania -si bien no desde 1933, aunque ciertamente después de 1939- marcaban el final del país, finis Germaniae. Dos ideas políticas  ante todo se encontraban en su mente durante los doce largos años del totalitarismo Nazi. La primera era el significado de ser alemán, lo que él definía en términos de "lenguaje, hogar y patrimonio." En segundo lugar, estaba el significado de Alemania como una entidad política, a la cual él veía entonces sin capacidad,  por más tiempo,  de  "arraigarse  tanto moral como espiritualmente en las tendencias de la restauración, ni sobre las memorias del último siglo y medio."[32] Sabía que Alemania tendría que ser creada de nuevo después de las catástrofes de las dos guerras y del fascismo totalitario de Hitler. Las ideas positivas de un tribunal supranacional y de la "ciudadanía del mundo" y los mitos negativos de la no injerencia y de la soberanía absoluta -el último de los cuales Jaspers desaprobaría sistemáticamente en sus últimos escritos- se habían propagado bajo la norma tiránica de Hitler.

En 1941 Jaspers definió la tarea de su vida como destinada a su obra sobre lógica y a una historia universal de la filosofía como fundamento de una Weltphilosophie. Vio ambas siendo complementarias en el pensamiento y opuestas a un "sistema," en el que el Ser y la verdad podrían hacerse claros.[33] Pero su  Logik en tres volúmenes no llegó nunca a completarse. La intensidad del entorno totalitario de su vida cambió su pensamiento. Los peligrosos años que siguieron eventualmente minaron su capacidad de trabajo y, finalmente, hicieron imposible toda obra. Él y su esposa fueron incluso programados para ser llevados el 14 de abril de 1945 de Heidelberg a un campo de concentración. Las fuerzas estadounidenses liberaron la ciudad el 1ro. de abril de 1945. "Después de 1945," escribe, "sobrevinieron los problemas  cotidianos," pero "el trabajo filosófico permaneció en el fondo."[34] Su giro hacia la filosofía política había tenido su nacimiento definitivo. El filosofar, de aquí en lo adelante, sería pensamiento histórico-político.[35]

1.3 El giro hacia la filosofía política y la ciudadanía mundial: 1945-1969.

Dolf  Sternberg escribe en su estudio sobre Jaspers y el Estado que "el dictador nos ha cambiado a todos nosotros," y que, después de 1945, "otro Jaspers emerge del encierro de la opresión."[36] Poco antes del fin de la guerra Jaspers había escrito en su diario que "quien sea quien sobreviva la guerra,  debe fijarse para sí una tarea, por la cual debe ser consumido el resto de su vida."[37] Y la caótica situación política de Alemania bajo el gobierno de los Aliados demandó pronto toda su energía, su atención y su pensamiento. Como concluyó en el prefacio a "Die Wandlung" después de la guerra en 1945: "Deseamos y debemos intentar como pueblo pensante encontrar nuestro camino en la angustia sin precedentes."[38] Durante los primeros años de la posguerra, Jaspers tenía la esperanza de que él podría, junto a otros, encontrar como escritor político el lenguaje para los alemanes, quienes aún  podrían, con ayuda de los aliados, construir un nuevo Estado.[39] Él sabía que el centro de atención de los escritores alemanes en ese momento no podían ser los eventos políticos per se, ya que todo el poder residía en el gobierno militar. Era, más bien, el "estado de cosas interior, moral-espiritual, como condición de la política"[40] lo que él entendía como la verdadera tarea del escritor.

Asumió esta nueva tarea política en su primera publicación importante después de la guerra, en 1946, Die Schuldfrage (The Question of the German Guilt), y en numerosos artículos cortos  durante la primera fase de sus escritos sobre la política alemana (1945-1947).[41] Él consideró su tarea como espiritual y moral durante este tiempo, más bien que política, lo que se refleja en el comentario inicial en sus lecturas sobre la culpa alemana: "Quiero hablarles de nuestra situación, y de este modo evitaré constantemente la realidad inmediata de la política concreta, la cual no es, ni debe ser, nuestro tema. Mas lo que queremos considerar es una condición que precede, así mismo, nuestro juicio en política."[42] Esta condición del todo importante era vista como la "purificación" (Reinigung) del alma. Como "proceso interior," la purificación nunca termina, sino que exige una repetida "conversión," por la que "nos convertimos continuamente a nosotros mismos. La purificación es un asunto de nuestra libertad."[43] Sin ésta no hay libertad política.

Un ejemplo revelador de la transformación personal de Jaspers es el primer discurso que él realizó  tres meses después de la guerra, en ocasión de la solemne reapertura de la Escuela de Medicina en la Universidad de Heidelberg, el 15 de agosto de 1945. En su valoración de la renovación o regeneración de la universidad alemana, "Erneuerung der Universität,"[44] en una situación política que se encontraba  personificada a la perfección por el antiguo grito "Vae victis" (Ay de los vencidos!), sondeó las posibilidades de la renovación de la universidad, de la ciencia y las humanidades, de la libertad y la dignidad de la humanidad, el alma y la fe en Dios. Sólo después de la admisión de la culpa personal y de la culpabilidad por las atrocidades cometidas bajo el Nacionalsocialismo, podría tener lugar  tal regeneración sanadora.


Mientras nuestros amigos judíos eran llevados, no nos manifestamos en las calles, no gritamos hasta que fuésemos a la vez destruidos. Elegimos sobrevivir sobre el débil, aunque correcto  fundamento, de que nuestra muerte no valdría de nada. Nuestra culpa es  estar aún vivos. Sabemos ante Dios lo que nos ha sucedido. Durante estos doce años hemos pasado a través de lo que se puede llamar la remodelación de nuestro propio ser. Hemos estado agarrotados  por los demonios que nos arrastraron a la confusión y nos dejaron estupefactos. Hemos ganado penetrar en la realidad del  mundo y del hombre y de nuestro propio ser  -percepciones que nunca olvidaremos y cuyas consecuencias para nuestro  pensamiento no pueden ser medidas.[45]

En ocasión de este discurso Jaspers traicionó su propia "culpa metafísica," uno de los cuatro tipos de culpa junto a la culpa "criminal," la culpa "política," y la culpa  "moral," diferenciadas en su análisis de la cuestión de la culpa alemana. Él identificó la culpa metafísica como aquélla que resulta inevitablemente de la solidaridad que existe entre los seres humanos. La culpa metafísica nos recuerda que todos somos, como seres humanos, co-responsables por las injusticias cometidas contra otros. En contraste, los crímenes cometidos en nuestra presencia o con nuestro conocimiento, o las atrocidades cometidas contra otros, inevitablemente pesan sobre el sobreviviente como culpa indeleble. La jurisdicción en la culpa criminal, política y moral descansa en un juez, en el poder y la voluntad del vencedor, y en nuestra conciencia y nuestro prójimo respectivamente. Sólo con la culpa metafísica la jurisdicción descansa en Dios. La presencia de la culpa metafísica para Jaspers, si se percibe apropiadamente, conduce a una transformación de la autoconciencia ante Dios, a una "conversión" en la cual el orgullo y la arrogancia se quiebran.[46]

Otro de los más importantes textos "políticos" de Jaspers durante esta primera fase de sus escritos sobre la política alemana fue la conferencia "Vom Europäischen Geist,"  presentada el 13 de septiembre de 1946 durante los "Rencontres  Internationales de Genève."[47] Él se presentó ante la comunidad intelectual europea,[48] todavía entre las cenizas de la guerra, para responder la gran pregunta:  "¿Es éste efectivamente el ocaso de Europa, o es una crisis de renacimiento?"[49] Siendo posibles ambos,  subrayó que la sacudida de los fundamentos del siglo era resultado de la tecnología, la cual había transformado las condiciones de la vida moderna. Y que ahora "todos los  pueblos deben  llegar a un acuerdo con la tecnología y con sus resultados, o extinguirse."[50] Jaspers identificaba aquí los propósitos espirituales de una auto-conciencia europea en los tres lineamientos característicos de sus últimos escritos "políticos": la ampliación de la idea de Europa a la idea de humanidad, la preservación de lo mejor de la histórica alma europea, y la transformación y reapropiación de la "religión Bíblica" en las iglesias.

Durante los años 1945-47, marcados por la ausencia de la República Federal, Jaspers ayudó también a establecer la publicación "Die Wandlung," con la ayuda de Werner Krauss y Alfred Weber. La publicación fue concebida como un forum para la renovación moral y política. Con la contribución de autores como Arendt, Brecht, Mann, Buber, Eliot, Auden, Sartre y Camus, ésta mantuvo un alto nivel, hasta su terminación en 1949.[51]

Jaspers fue, al parecer, una de las voces más claras y respetadas en Alemania  después de la guerra, aún cuando él no anhelaba publicidad ni fama. Pero la marea cambió pronto. Él se entristeció finalmente por lo que interpretó como el "giro perdido" (verpasste Umkehr) del camino político de Alemania. En una carta fechada el 31 de enero de 1947, refiriéndose a Die Schuldfrage y a varios de sus escritos políticos, escribió:  "lo que yo escribo es virtualmente ignorado."[52] También sufrió una forma de difamación, cuando la prensa alemana consideró su traspaso a la Universidad de Basilea en 1948 como una "traición" y una "deserción" de Alemania, no muy diferente de la experiencia de su colega Gumbel en la Universidad de Heidelberg, muchos años antes. Una réplica estaba preparada. En una declaración abierta en el "Rhein-Neckar-Zeitung" el 24 de marzo de 1948, él habló de su deber filosófico en tanto "cumplido al servicio de una tarea absolutamente supranacional," declarando que su permanencia anterior en Heidelberg no había sido una "profesión de lealtad absoluta," en la misma forma en que su traslado a Basilea no debía entenderse como tal.[53] El traslado a Suiza estuvo marcado por la publicación de Der philosophische Glaube (1948), una obra cuyo título, traducido por Ralph Manheim de modo no literal (The Perennial Scope of Philosophy), revela sin embargo que la comprensión de la filosofía por Jaspers se encuentra inextricablemente vinculada a la idea y al contenido de la "fe filosófica." Esta fe tiene como su fundamento la voluntad de comunicación ilimitada.[54]

La tarea de una historia universal de la filosofía, cuyo diseño Jaspers había concebido en 1937, se materializó parcialmente en 1949 con la publicación de Vom Ursprung und Ziel der Geschichte  (The Origin and Goal of History). Fueron predominantemente los años inolvidables del Nacionalsocialismo, la tiranía de Hitler y el Holocausto, los que lo condujeron a lidiar con un esquema  de la historia mundial en esta obra. Finis Germaniae había significado el término de una época histórica, y planteó para él, nuevamente, las cuestiones fundamentales de la historia mundial y del lugar de Alemania en ésta.[55] Sobre todo, allí continuaba la tarea filosófica de la aclaración de sí mismo, en su obra y en sus últimos escritos políticos, "los presupuestos morales y las reales condiciones de la política," así como  la orientación de su pensamiento "en el punto de vista anticipador del ciudadano del mundo."[56] Reiterando, fue la experiencia de vida de Jaspers como límite durante el terror Nazi reinante lo que reveló una visión que iba a guiarlo a través del resto de su vida: "Lo que una filosofía es, se muestra en su apariencia política. Esto no es algo incidental, sino de significación central."[57] Había llegado a sentir  que esto había atrapado su experiencia política y su participación para hacer su pensamiento "totalmente consciente, hasta sus raíces metafísicas."[58] La cercana relación entre la existencia personal y la realidad histórico-política, incluyendo las posibilidades futuras, se encuentra bien resumida en su pensamiento autobiográfico sobre las ideas políticas:

El (punto)  decisivo es éste: no hay ley de la naturaleza ni ley de la historia que determine el camino de las cosas como un todo. El futuro depende de la responsabilidad de las decisiones y  las obras de los hombres [...] de cada individuo. Por medio de su forma de vida, de sus pequeñas acciones cotidianas, de sus grandes decisiones, el individuo atestigua por sí mismo lo que es posible. A través de ésta, su realidad presente, él contribuye anónimamente al futuro.[59]

El resto de la vida  y la obra de Jaspers revela que su giro hacia la filosofía política nunca se revertiría, aún cuando él continuó persiguiendo su interés en una filosofía de la historia mundial a través de los grandes filósofos. A lo largo de la década de los años cincuenta, e incluso después de su retiro de la Universidad de Basilea en 1961, él continuó produciendo, de modo prolífico, aproximadamente una obra importante cada año.[60] En 1963 sus obras en alemán habían sido traducidas a dieciséis lenguas extranjeras, abarcando 160 ediciones diferentes.[61]La concentración histórico-política de sus obras principales, cuando se consideran junto a los múltiples artículos que escribió durante este último periodo de su vida, corrobora su apasionado interés, después de la guerra, en la política alemana, así como en la política global.

De los escritos políticos de Jaspers durante la Guerra Fría en la década de 1950, su contribución sobresaliente se realizó a partir de su reflexión sobre la bomba atómica y sobre la doble posibilidad de la aniquilación y el totalitarismo, la cual fue generada por el desatado poder del átomo y del "orden tecnológico de las masas," característico de nuestro siglo. En  Origin and Goal of Human History, en 1949, ya él había identificado el "panorama completamente diferente" de la tecnología que se abrió  bajo  la bomba  atómica y de sus riesgos para la humanidad, en camino hacia un orden mundial. [62] En 1950  retomó otra vez el tema  en "Das Gewissen vor die Bedrohung durch die Atombombe."[63] Este texto marca el comienzo  de su concentrado análisis de los problemas morales, políticos y existenciales generados por la invención de la bomba atómica durante la primera década de la Guerra Fría.

Seis años después, en el otoño de 1956, ofreció en la radio alemana su conferencia acerca de "The Atom Bomb and the Future of Man."[64] Fue como resultado de la controversia originada por esta conferencia que Jaspers sintió que era conveniente escribir Die Atombombe und die Zukunft des Menschen, en 1958 (The Future of Mankind), lo que él entendió como una respuesta a las diversas "objeciones, preguntas e imprecaciones" que la conferencia provocó en su radioaudiencia alemana.[65] Según se mencionó en la Introducción, esta monografía le hizo ganar el premio de la paz del libro alemán otorgado el mismo año, y su discurso de aceptación por su concesión le proporcionó la oportunidad de destacar la interrelación fundamental entre la verdad, la libertad y la paz. [66]

La izquierda política en Alemania reaccionó fuertemente a su análisis de la bomba atómica y el futuro de la humanidad. Como lo señala Hans Saner, Jaspers fue criticado como "el filósofo de la OTAN, secuaz de los enemigos de clase y expresión de la decadencia de la clase media."[67] Aunque sólo por poco tiempo, el libro se hizo popular para la derecha política; en 1959, a los 76 años de edad, Jaspers incluso fue nominado como candidato para la presidencia de la República Federal, la que perdió con la elección de Heinrich Lübke.

Una respuesta negativa y crítica a los escritos políticos de Jaspers específicamente alemanes fue establecida firmemente con la publicación de Freiheit und Wiedervereinigung, una obra que reunió escritos publicados originalmente en el verano de 1960 en "Die Zeit." La obra también incluyó el texto de la entrevista de Jaspers en televisión con Thilo Koch, en la que él discutió que cualquier legitimación histórica de la reunificación alemana resultaba, tanto política como filosóficamente, carente de realismo. Jaspers identificaba la triple prioridad de las tareas políticas según él las interpretó en ese tiempo. En primer lugar, haciéndose eco de la tesis del libro de la bomba atómica, defendió la idea de la paz mundial fundada en la libertad y establecida por medio de una confederación mundial. En segundo lugar, abordó el tema de la auto-determinación de Occidente y el desarrollo de la libertad contra el peligro del gobierno total, el cual constituía tanto una amenaza externa, como interna. En tercer lugar, asumió la idea del estado alemán, la República Federal, entendiéndolo en capacidad de ocupar su lugar en Occidente y en el conjunto de la humanidad  del modo adecuado sólo gracias al mantenimiento de una forma de vida democrática en el mundo de posguerra.[68]

El libro atrajo muchas amenazas y cartas insultantes. Una carta anónima condenaba a Jaspers como  "traidor a la patria -secuaz del comunismo-  cerdo político."[69] Según Hans Saner, no fue tanto la crítica a los políticos alemanes en el poder en ese momento lo que hizo que Jaspers criticara al estado alemán occidental, como su resistencia a aceptar la realidad histórica de una Alemania dividida -una división que él veía como continuación necesaria de las consecuencias de la guerra y de la culpabilidad de Alemania en ella.[70]

Si las brasas de la marginación política ardieron con el análisis de Jaspers sobre la libertad y la reunificación dentro del contexto de la Alemania de la post-guerra, las llamas de la crítica casi lo engulleron después de la aparición de su Wohin treibt die Bundesrepublik? (The Future of Germany) en 1966. Hannah Arendt consideró que éste era, políticamente, "el libro más importante aparecido en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial,"[71] y de hecho fue el bestseller político durante el año de su publicación. La tesis principal de Jaspers era que la República Federal de Alemania Occidental se había estado moviendo durante años hacia una "oligarquía de los partidos," la cual marcó el final de la democracia parlamentaria. Él opinaba que las leyes de emergencia propuestas en ese momento preparaban el terreno para una "dictadura de los políticos."[72] El libro fue recibido por una oposición unida, tanto de la derecha como de la izquierda. La prensa retrató a Jaspers como un hombre amargado contra su nación, sin un fundamento político y filosófico para apoyar sus escritos y actuando sin responsabilidad política o científica. Aparentemente, esto tuvo éxito en poner a una parte importante del mundo académico en contra suya. Jürgen Habermas, por ejemplo, llegó a considerar los escritos políticos de Jaspers sólo como los "frutos de un inteligente lector de la prensa."[73]

Irónicamente, Jaspers recibió una respuesta más favorable, incluyendo una carta de 13 páginas de extensión en junio de 1966, del presidente  de Alemania Oriental, Walter Ulbricht, donde la venta del libro fue prohibida. Jaspers acusó recibo de la carta, pero dudó responderla en extenso por temor a que su correspondencia pudiera ser usada con propósitos de propaganda. Fue en su Antwort: Zur Kritik meiner Schrift "Wohin treibt die Bundesrepublik?" de 1967, que él expondría una respuesta a las diversas críticas de su análisis del fracaso de Alemania respecto a la democracia y a sus implicaciones para el futuro. Jaspers escribió esto contra aquellos que no admitirían que el estado alemán fue criminal en 1933:

[1933] fue una quiebra -o una revelación, del carácter de la mayoría alemana. Considerando los hechos que  todo el mundo podría ver, esto era posible sólo si se negaban los hechos o si se los trataba como inexistentes. Esto tenía una falsedad criminal. En vista de los hechos criminales, para que se fracasara en ser absolutamente anti-Nazi y sin reservas, uno tenía que dejar de impresionarse por la falta de legalidad y por el crimen, donde quiera que estuvieran presentes. Sin una inhumanidad profunda, esto no era posible.[74]

Como para señalar su último enfrentamiento con la situación política en Alemania, Jaspers también solicitó la ciudadanía al gobierno suizo y al cantón de Basilea, la cual le fue concedida en 1967. Aunque sus escritos políticos reflejan frecuentemente una alta consideración por los principios políticos ejemplares manifestados en la historia de Suiza,  no obstante él escribió en su Nachlass, refiriéndose a Suiza, que él era "sólo un peregrino sin patria."[75]
La amplitud de los escritos políticos de Jaspers durante los últimos años de su vida resulta notable, si se consideran los problemas médicos que él sufrió. Después de 1965, su condición pulmonar se había vuelto muy seria. Experimentó hemorragias en los intestinos, y la extensión de una artritis en  sus manos, brazos y piernas. A veces necesitada asistencia para caminar -necesitando primero un bastón, luego dos y finalmente, una caminadora. En agosto de 1968 sufrió un derrame cerebral, seguido por otros dos en septiembre y octubre, después de lo cual su estado físico se volvió muy severo. Hans Saner recuerda cómo una vez, durante estos últimos meses de su vida, cuando los visitantes  trataban de cambiar la conversación hacia la política, Jaspers decía con franqueza: "Esto ya carece de significado para mí. Hablemos sobre filosofía."[76]

En la tarde del 16 de febrero de 1969, Jaspers sufrió otro derrame cerebral, que debilitó tanto su habla como su comprensión. En su cumpleaños, el 23 de febrero,  recibió a los amigos por última vez, diciendo que  él no tenía mucho tiempo de vida. Dos días después la neumonía le produjo una fiebre severa. El 26 de febrero de 1969 -en el 90mo. cumpleaños de su esposa-, murió a la 1:45 p.m., entregando su espíritu al último límite de la muerte.

***

Como ha mostrado este breve resumen de la vida de Jaspers y de sus obras principales, él experimentó una transformación radical del pensamiento como resultado de su experiencia bajo el yugo del totalitarismo Nazi. Debido a que "el filosofar siempre comienza con nuestra situación,"[77]  es comprensible por qué le fue necesario pensar a través de  las presuposiciones y condiciones morales de la vida política dentro del contexto más amplio de una historia mundial, desde este momento en adelante. La tiranía de Hitler con el Holocausto que fue su resultado habían estremecido al mundo. Europa estaba en ruinas, tanto interior como exteriormente, y había llegado a asumir una posición intermedia, entre Rusia y América, en el escenario global. Los Estados Unidos hicieron estallar las primeras bombas atómicas contra Hiroshima y Nagasaki sólo tres meses después  de la derrota de Alemania. Con los bombardeos japoneses una nueva situación había surgido en la historia. Para Jaspers, el desarrollo de la bomba atómica vino a representar fundamentalmente un "nuevo factor" que había llevado a "la humanidad a la posibilidad de la auto-destrucción total."[78]




[1] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," en: Schilpp, Paul A., ed. The Philosophy of Karl Jaspers. The Library of Living Philosophers, Vol. 9.  2da. edición revisada [incluyendo el capítulo: "Heidegger"]. Lasalle: Open Court, 1981, p. 5. Cf., Karl Jaspers, Way to Wisdom: An Introduction to Philosophy. Trad. Ralph Manheim. 4ta. ed. New Haven: Yale University Press, 1960 [1951], p. 134.
[2] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 70.
[3] Elisabeth Young-Bruehl, Freedom and Karl Jaspers' Philosophy (New Haven and London: Yale University Press, 1981), p. 42.
[4] Ibíd., p. 39.
[5] Karl Jaspers, Philosophy.   3 Vols. Trad. por E. B. Ashton. Chicago: University of Chicaho Press, 1969-1971, Vol. I, p. 13.
[6] Para un listado de las obras biográficas sobre Karl Jaspers, véase Hans Saner, Karl Jaspers in Selbstzeugnissen und Bilddokumenten (Reinbeck: Rowolhlt, 1970), p. 171. Nuestra deuda con la obra de Saner será puesta de manifiesto a través de este capítulo. Para las discusiones relativas al giro de Jaspers hacia la filosofía política después de la guerra y los intentos de discernir críticamente la esencia de su pensamiento político, véase Dolf Sternberger, "Jaspers und der Staat," en  Klaus Piper, ed., Werk und Wirkung (Munchen: R. Piper, 1963), pp. 133-141; Werner Schneiders, Karl Jaspers in der Kritik, (Bonn: Bouvier, 1965), pp. 91-134; y  Godfrey Robert Carr, Karl Jaspers as an Intellectual Critic: The Political Dimension of his Thought, (European University Studies, series XX, Philosophy Vol. 125. Frankfurt am Main, Bern, New York: Peter Lang, 1983), pp. 36-92.
[7] Karl Jaspers, "On my Philosophy, " en:   Existentialism  from Dostoievsky to Sartre,  New York: New American Library, 1975, p. 159.
[8] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 6.
[9] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 9.
[10] Karl Jaspers, "On my Philosophy," p. 159.
[11] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 9.
[12] Karl Jaspers, Leonardo, Descartes, Max Weber: Three Essays. Trad. por Ralph Manheim. London: Routledge and Keagan Paul, 1965, p. 189.
[13] Ludwig B. Lefebre, "The Psychology of Karl Jaspers," en Schipp, p. 478.
[14] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 23-4.
[15] Karl Jaspers, Nachlass, citado en Hans Saner, Karl Jaspers, p. 43:  "Als Student spürte ich keinnerlei Mitverantwortung für den Gang der Dinge."
[16] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 55, 58.
[17] Karl Jaspers,  "Philosophical Autobiography," p. 55.
[18] Cf., Karl Jaspers, Leonardo, Descartes, Max Weber, p. 206.
[19] Karl Jaspers, "Wahrheit, Freiheit und Friede," en Hoffnung und Sorge: Schriften zur deutschen Politik, 1945-1965. Munich: R. Pipper & Co., 1965, p.  176: "kein Freide ohne Freiheit, aber keine Freiheit ohne Wahrheit."
[20] Ludwig B. Lefebre, "The Psychology of Karl Jaspers," en Schilpp, pp. 489-91.
[21] Karl Jaspers, Philosophy, I, PhiLosophical World Orientation, p. 318-339.
[22] Karl Jaspers, Philosophy, II, Existential elucidation, p. 147.
[23] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 50.
[24] Dolf Sternberger, "Jaspers und der Staat," en Klaus Piper, ed., Karl Jaspers: Werk und Wirkung, Zum 80. Geburstag  von Jaspers. Munich: R. Piper, 1963, p. 134: "das Berühmte Göschen-Bändchen betraf doch wiederum nicht eigentlich die politische, sondern eben die, "geistige" Situation der Zeit, und sein m"chtig wirkender Appel rief nicht zur Rettung der Republik, sondern zum Aufschuwung der Person, zum, 'Selbstsein.'"
[25] Cf., Schicksal und Wille. Autobiographische Schriften. Ed. por Hans Saner. Munich: R. Piper & Co, 1967,    p. 35.
[26] En Saner, Karl Jaspers, p. 43.
[27] Karl Jaspers, citado en Saner, Karl Jaspers, p. 44: "Man wird us Juden eines Tages in Baracken bringen und die Baracken anzunden." Cf., Schicksal und Wille, p. 35.
[28] Karl Jaspers, citado en Saner, Karl Jaspers, p. 44:  "Am anfang machte ich mir in der Tat Illusionen. Ich denke daran mit Beschämung. An die äussersten Konsequenzen dachte ich überhaupt noch nicht, hielt eine schnelle Wandlung des Unfugs und einen Umsturz der Regierung für möglich. Ich wollte das Fürchterliche nicht gleich warhaben." Cf., Provokationen: Gespräche und Interviews. Ed. por Hans Saner, Munich: R. Piper & Co, 1969, p. 159.
[29] Cf., Saner, Karl Jaspers, p. 44ff.
[30] Nietzsche: Einfuhrung in das Verstandnis seines Philosophierens; Descartes und die Philosophie. Walter Kaufmann  ve la interpretación de Nietzsche por parte de Jaspers en 1936  como  trágicamente incapaz de silenciar la versión Nazi a la Baumler de Nietzsche. La interpretación de Jaspers ayudó, sostiene,  "a reducir a la inefectividad relativa a una filosofía que se encontraba inalterablemente opuesta  a las fuerzas que habían determinado la reciente historia alemana." Walter Kaufmann, "Jaspers' Relation to Nietzsche," en Schilpp, p. 432.
[31] Estos intentos de emigración incluían la posibilidad de trabajar en Zurich en 1936, en Estambul y en América (Princenton) en 1938, en  París (Caisse Nationale de la Recherche Scientifique)  en 1939 y en Basilea en 1941 (Kuratorium der Freien Akademischen Stiftung). Saner, Karl Jaspers, p. 46. Acerca de las oportunidades de emigración y el recuento diario de los peligros a los que  él y  su esposa estuvieron expuestos, ver más en Schicksal und Wille, pp. 143-62, y la reciente traducción del diario por Edith Ehrlich, Leonard H. Ehrlich y George B. Pepper, eds., Karl Jaspers, Basic Philosophical Writings: Selections.Series in Continental Thought, Vol. 10. Athens, Ohio and London: Ohio University Press, 1986, pp. 535-543.
[32] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p 65.
[33] Karl Kaspers, "On my Philosophy," En Existentialism from Dostoevsky to Sartre, ed. revisada y ampliada. Editada, traducida y con una introducción por Walter Kaufmann. New York: New American Library, 1975, p. 184.
[34] Karl Jaspers, "On my Philosophy,"p. 185. Cf., Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 66.
[35] Cf., Karl Jaspers, Philosophy and the World: Selected Essays and Lectures. Trad. por E. B. Ashton. Chicago: Regnery, 1963, p. 298-299.
[36] Dolf Sternberger, "Jaspers und der Staat," en Klaus Piper, ed., Werk und Wirkung, p. 134: "Die Diktatur hat uns alle verwandelt. Ein anderer Jaspers trat aus der Verborgenheit der Unterdrückung hervor."
[37] Karl Jaspers, Tagebuch, citado en Saner, Karl Jaspers, p. 51: "Wer es überlebt, dem muss eine Aufgabe bestimmt sein, für die er den Rest seines Lebens verzehren soll."
De acuerdo con nuestra referencia a un giro en el pensamiento de Jaspers hacia un interés más explícito en el filosofar político como resultado de la guerra, F. H. Heinemann escribe:  "En los años de su retiro (i. e., su despido de la universidad por los Nazis), los cuales duraron hasta el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, él continuó con su trabajo. Esta situación límite que por sí mismo él tuvo que experimentar y sufrir le proporcionóno sólo tiempo para estudiar al profeta Jeremías, sino que produjo un cambio en su actitud que nos permite hablar de un segundo periodo." Existentialism and the Modern Predicament (New York: Harper & Row, Harper Torchbook, 1958), p. 71. Preferimos hablar de este cambio en términos de un tercer periodo.
[38] Karl Jaspers, citado en  Saner, Karl Jaspers, p. 51: "Geleitwort für die Zeitschrift 'Die Wandlung'1945: "So vollen und müssen wir versuchen, wir wir uns denkend in dieser ungeheuren Not zurechtfinded." Cf., Hoffnung und Sorge, p. 30.
[39] Karl Jaspers, citado en Saner, Karl Jaspers, p. 53:  "[...] als politischer Schriftsteller mit vielen anderen  die Sprache zu finden für die Deutschen,  die jetzt [...] mit Hilfe der Alliierten [...] einen neuen Staat bilden würden."Cf., Schicksal und Wille, p. 37.
[40] Ibíd. : "allein auf die innere geistig-sittliche Verfassung als den Boden der politik,"Cf., Hoffnung und Sorge, p. 19.
[41] Véase, Hoffnung und Sorge, pp. 27-53.
[42] Karl Jaspers, The Question of German Guilt. Trad. por E. B. Ashton, 2da. ed. New York: Capricorn Books, 1961 [New York: The Dial Press, 1947],  p.11.
[43] Karl Jaspers, The Question of German Guilt, p. 120. Cf., Hoffnung und Sorge, p. 142.
[44] Karl Jaspers, "Erneuerung der Universität," en Hoffnung und Sorge, p. 31-40. El original en alemán apareción inicialmente en Die Wandlung 1, Nr. 1, Heidelberg (L. Schneider), pp. 66-74.
[45] Karl Jaspers, "The Rededication of German Scholarship," trad.  por Marianne Zuckerkandl, The American Scholar 15 (Spring 1946), pp. 181-2.  Este alegato representa la primera vez que Jaspers fue capaz de elevar su voz nuevamente, desde que se le había prohibido enseñar en 1935 y desde la prohibición de sus publicaciones en 1939.
[46] Karl Jaspers, The Question of German Guilt, p. 32, 71-2.
[47] En L'Espirit Européen, Rencontres Internationales de Genève, trad. por Jeanne Hersch (Paris: La presse française et  étrangère, O. Zeluck, 1947), pp. 291-323. El original alemán está en Rechenschaft und Ausblick: Reden und Aufsätze, 2da. ed. Munich: R. Piper & Co., 1958 (1951), pp. 275-312.
[48] Junto a Jaspers estaban presentes en este encuentro Benda, Bernanos y Guehenno (Francia),  de Salis y Rougemont (Suiza), Georg Lukacs (Hungría),  y Stephen Spender (Gran Bretaña). Spender ha reportado su experiencia sobre el encuentro, incluyendo la famosa controversia entre Jaspers y Lucaks. Según Spender, Lucacks atacó a Jaspers a partir de una crítica "social-realista,""diciendo que Jaspers era un 'hombre quebrantado,'que representaba el punto de vista de un individualismo en bancarrota." Stephen Spender, "The Intellectuals and Europe's Future," Commentary III (1947), pp. 7-12. Para la interpretación de Lucacks sobre la situación del espíritu europeo después de la guerra, ver su "L'Esprit Européen devant le Marxisme," La Nef 3, (November 1946), pp. 39-41.
[49] Karl Jaspers, "Is Europe's  Culture Finished?", trad. por E. B. Ashton, Commentary IV, (1947), p. 519.
[50] Ibíd., p. 520.
[51] Saner, Karl Jaspers, p. 54.
[52] Karl Jaspers, Briefe, citado en Saner, Karl Jaspers, p. 55: "was ich schreibe, fast ignoriert wird."
[53] Karl Jaspers, "Offentliche Erklarung." "Rhein-Neckar-Zeitung", 24 de marzo, 1948, citado en Saner, Karl Jaspers, p. 56:  "Ich möchte meine Pflicht dort, wo ich bin, erfüllen  im Dienst einer schlechtin übernationalen Aufgabe. Mein Hierbleiben wäre  kein Bekenntnis wie auch mein Fortgang nach Basel kein Bekenntnis ist."
[54] Leonard H. Ehrlich, Karl Jaspers: Philosophy as Faith, p. 8, ha examinado cuán integral resulta respecto a la totalidad del pensamiento de Jaspers la noción de la fe filosófica. Entiende el tratamiento de la fe filosófica por Jaspers como un "acto de apertura sintética" que siempre nos devuelve a sus ideas fundacionales, i. e., a su filosofía de la libertad, del Ser y a la dicotomía sujeto-objeto, al método trascendental, a su "síntesis ingenua," a la periontología y a la idea de un saber general fundamental. Véase también más abajo, Capítulo Siete.
[55] Esto no significa para Jaspers nada más sino que el conocimiento del hombre tiene que someterse a un cambio, aún cuando el totalitarismo Nazi no era tan nuevo en sus raíces (i. e., vinculado a las posibilidades del mal en el hombre), aunque éste era nuevo en su apariencia. Cf., Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 60 y Karl Jaspers, "The Origin and Goal of History," p. 148.
[56] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 69.
[57] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography,"p. 70.
[58] Karl Jaspers, "Philosophical Memoirs," en Philosophy and the World, p. 278.
[59] Karl Jaspers, "Philosophical Autobiography," p. 69-70.
[60] En el periodo de 1950-69, las obras más importantes de Jaspers incluyeron: Einfürung in die Philosophie (The Way to Wisdom) y Vernunft und Widervernunft in Unserer Zeit (Reason and Anti-Reason in Our Time), ambas publicadas en 1950. Rechenschaft und Ausblick, 1951 ( Existentialism and Humanism); Lionardo als Philosoph, 1953 (Leonardo as Philosopher); Die Frage der Entmythologisierung, 1954 (Myth and Christianity); Schelling: Grösse und Verhängnis, 1955; Die grossen Philosophen, vols. I y II, 1957 (The Great Philosophers); Die Atombombe und die Zukunft des Menschen, 1958 (The Future of Mankind); Philosophie und Welt (Philosophy and the World); Freiheit und Wiedervereinigung, 1960; Der philosophische Glaube angesichts der Offenbarung , 1962 (Philosophical Faith and Revelation); Nikolas Cusanus, 1964; Kleine Schule des Philosophischen Denkens (Philosophy is for Everyman) y Hoffnung und Sorge en 1965; Wohin treibt die Bundesrepublik?, 1966 (The Future of Germany) y una extensa respuesta a sus críticos en Antwort; Zur Kritik meiner Schrift "Wohin treibt die Bundesrepublik?", 1967; Aneignung und Polemik (una colección de sus escritos y ensayos sobre  historia de la filosofía), 1968; Provokationen (13 diálogos y entrevistas), 1969 y, finalmente, su Chiffren der Transcendenz, póstumamente publicada en 1970.
[61] Klaus Piper,  ed.,  Karl Jaspers: Werk und Wirkung,  Zum 80. Geburtstag von Jaspers. Munich: R. Piper, 1963, p. 14.
[62] Karl Jaspers, Origin and Goal of Human History, pp. 206-10.
[63] En Karl Jaspers, Rechenschaft und Ausblick: Reden und Aufsätze. 2da. ed. Munich: R. Piper & Co., 1969,  p. 370-77.
[64] Traducida por Norbert Guterman en Evergreen Review 2 (1958), pp. 37-57. El original en alemán se encuentra en Hoffnung und Sorge, pp. 153-172.
[65] Karl Jaspers, The Future of Mankind, trad. por E. B. Ashton. Chicago: University of Chicago Press, 1963, p. V.
[66] Karl Jaspers,  "Wahrheit, Freiheit und Friede," en Hoffnung und Sorge, pp. 173-185.
[67] Saner, Karl Jaspers, p. 60.
[68] Karl Jaspers, Philosophie und Welt: Reden und Aufsätze, 2da. ed. Munich: R. Piper & Co,, 1963 (1958), p. 13.
[69] Citado en Saner, Karl Jaspers, p. 61.
[70] Ibíd., pp. 61-2.
[71] Hannah Arendt, "Forward," en  "The Future of Germany," trad. por E. B. Ashton. Chicago: University of Chicago Press, 1967, p. V.
[72] Entre las leyes alemanas de emergencia propuestas,  frente a las cuales Jaspers reaccionó con fuerza,  estaban los planes para la construcción de  refugios civiles de bombas, que se justificaban entonces apelando a la "amenaza Roja." Aunque él había apoyado dicha opinión sobre los rusos en los primeros años y a mediados de la década de 1950, en 1966 había llegado a una perspectiva diferente: "Hoy la amenaza es un espejismo." Karl Jaspers, "The Future of Germany," p. 36.
[73] Jürgen Habermas, "Deutschland -wohin?," Die Zeit, 13 de mayo de 1966, citado en Saner,  Karl Jaspers,  p. 63.
[74] Karl  Jaspers, "The Future of Germany", p. 167.
[75] Karl  Jaspers, citado en Saner, Karl Jaspers, p. 64: "[...] bloss Wanderer, zu sein und kein politisches Vaterland zu haben."
[76] Ibíd., p. 67: "Es hat für mich jetzt keine Bedeutung mehr. Wir wollen von der Philosophie sprechen."
[77] Karl Jaspers, Philosophy I, p. 43.
[78] Karl Jaspers, The Future of Mankind, p. 4; Die Atombomb und die Zukunft des Menschen, p. 22.

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