Thursday, May 27, 2010

Kurt Salamun. LAS CONCEPCIONES DEL SIGNIFICADO DE LA VIDA EN KARL JASPERS



 Kurt Salamun

Datos del Autor: Kurt Salamun, Ph.D. Universidad de Graz, Austria. Profesor en el Departamento de Filosofía en la Universidad de Graz. Editor exclusivo de la serie de Filosofía Karl R. Popper and Critical Rationalism, Amsterdam/Atlanta: Rodopi Verlag, Vol. 1 (1991)- Vol. 18 (2008). Editor de la serie Jahrbuch der Österreichischen Karl Jaspers Gesellschaft, Innsbruck/Wien: Academic Press, Vol. 1 (1988)-Vol. 23 (2010). Fundador y Presidente de la Sociedad Karl Jaspers de Austria. Vicepresidente de la Comunidad de Investigación Karl Popper de Austria. Entre sus principales publicaciones se encuentran: Karl Jaspers’s Philosophy: Expositions and Interpretations (en coautoría con Gregory J. Walters)(2008); Ideologie und Aufklärung (1998); Ideologie, Wissenschaft, Politik: Sozialphilosophische Studien (1975); Karl Jaspers (1985) edición en español (1987); Karl R. Popper und die Philosophie des Kritischen Rationalismus (1989); Popper. Eine kurze Einführung ,CD (2007).


La publicación en este blog de la presente traducción se ha realizado con el permiso del autor, Kurt Salamun, y de Helmut Wautischer, Presidente de la Sociedad Karl Jaspers de Norteamérica y Co-Editor de la revista Existenz. Traducido del inglés por Gladys L. Portuondo Pajón. Original en inglés en: Kurt Salamun, Karl Jaspers' Conceptions of the Meaning of Life. Existenz, International Journal in Philosophy, Religion, Politics and the Arts. Vol. 1, Nos. 1-2, 2006. En:
http://www.existenz.us/volumes/Vol.1Salamun.pdf





(Dado que el autor del artículo cita los títulos de las obras de K. Jaspers en sus versiones al inglés cuando han sido traducidas a esta lengua, hemos mantenido las citas en su forma original. Las citas de las obras en alemán por parte del autor del artículo también han sido mantenidas como aparecen en el artículo original en inglés .Nota de la Traductora).




Resumen (según el original del autor).
La tesis que es expuesta es que podemos definitivamente distinguir tres concepciones acerca del significado de la vida en la filosofía de Jaspers. Esta tesis está sostenida sobre la distinción de dos períodos diferentes en el pensamiento de Jaspers: un período temprano de su filosofía existencial y un período tardío, cuando Jaspers rechazó los términos “Existencialismo” o “filosofía existencial” para su filosofar y prefirió llamar a éste una “filosofía de la razón”.En el período temprano Jaspers sostiene las dos posiciones siguientes: (1) La idea consistente en entender el significado de la vida mediante la superación de las situaciones-límite en la forma correcta, y (2) la idea consistente en entender el significado de la vida por medio de la comunicación interpersonal. En el período tardío, Jaspers sostiene (3) la posición consistente en comprender el significado de la vida mediante una vida gobernada por la razón.
Palabras Clave: Significado de la vida. Ética de la virtud. Existencia. Trascendencia. Auto-realización. Situación límite. Comunicación existencial interpersonal. Comunidad de personas razonables.


KARL JASPERS’CONCEPTIONS OF THE MEANING OF THE LIFE
Abstract.
The thesis is explicated, that we can finally distinguish three conceptions of the meaning of life in Jaspers’ philosophy. This thesis is grounded on the distinction of two different periods of Jaspers’ philosophizing: an early period of his existential philosophy, and a later period, when Jaspers rejected the terms “Existentialism” or “existential philosophy” for his philosophizing and preferred to call it “philosophy of reason”. In the early period, Jaspers hold the following two positions: (1) The idea of realizing the meaning of life by overcoming boundary situations in the right way, and (2) the idea of realizing the meaning of life by interpersonal existential communication. In the later period, he holds (3) the position of realizing the meaning of life by a life governed by reason.
Key Words:
Meaning of Life. Ethics of Virtue. Existence. Transcendence. Self-realization. Boundary Situation. Interpersonal Existential Communication. Community of reasonable persons.

Un examen cercano a los primeros libros de Jaspers conduce a la conclusión de que el concepto de razón no tiene una posición dominante en su Psychology of World-Views (Psicología de las Concepciones del Mundo, N. de T.) (1918) ni en su obra principal en el existencialismo o en su filosofía existencial, a saber, los tres volúmenes del libro Philosophy (Filosofía, N. de T.) publicado en 1932. El concepto de razón se hace relevante para Jaspers en su Existence and Reason (Existencia y Razón, N. de T.) (1936). Entonces es cuando este concepto alcanza una prioridad básica en el extenso libro Von der Warheit (Acerca de la Verdad) (1948) y también en la principal obra de Jaspers en la filosofía política, The Atom Bomb and the Future of Man (La Bomba Atómica y el Futuro de la Humanidad, N. de T.) (1958). Un explícito reclamo para llamar a su filosofar tardío una “filosofía de la razón” lo podemos encontrar en el libro Reason and Anti-Reason in our Time (Razón y Anti-razón en nuestro Tiempo, N. de T.), escrito en 1950[1].
Estos dos diferentes períodos del filosofar de Jaspers están estrechamente relacionados con hechos biográficos específicos en su vida. El período de su existencialismo o filosofía existencial –desde 1919 hasta 1936- estuvo altamente influido por dos eventos que conformaron toda la vida de Jaspers. Uno de ellos fue el desastroso reconocimiento concerniente a su salud: Jaspers tenía 18 años cuando aprendió que estaba viviendo con una enfermedad incurable. En su Philosophical Memoir (Memoria filosófica, N. de T.) podemos leer:
Un hecho básico de mi existencia cualificó todas las decisiones de mi vida: yo estaba orgánicamente enfermo desde la infancia de (bronquiectasis y descompensación cardíaca). Tenía la edad de 18 (…) cuando el diagnóstico correcto fue realizado (…) Leí un tratado de Rudolph Virchow el cual describía mi dolencia en cada detalle y ofrecía el pronóstico: al final de sus treinta, estos pacientes mueren de pyemia. Comprendí lo que era importante en el tratamiento, lentamente aprendí los procedimientos, inventándolos parcialmente por mí mismo. Éstos no podrían sobrellevarse apropiadamente si yo continuaba la vida normal de los saludables. Si yo quería trabajar, tenía que exponer lo que era dañino; si quería seguir viviendo, tenía que observar un régimen estricto y evitar lo que era dañino. Mi existencia pasaba entre esos dos polos. Fallas frecuentes, permitiendo que la fatiga envenenara el cuerpo, eran inevitables y cada momento recuperado era esencial. El punto era que el reconocimiento de mi enfermedad la convirtiera en la suma y sustancia de la vida. Mi tarea era intentarlo apropiadamente sin que casi se notara y mantenerme trabajando como si esto no existiera. Tenía que adaptarlo todo a esto sin renunciar a esto. Una y otra vez cometía errores. Las exigencias que emergían de mi enfermedad tocaban cada hora y afectaban todos mis planes.[2]
La confrontación permanente con la inminencia de su propia muerte debido a su padecimiento tuvo gran influencia sobre una de las principales tesis de la filosofía existencial de Jaspers, es decir, que la experiencia de las situaciones límite tales como la muerte, el sufrimiento, la lucha o la culpa es una condición inevitable de la existencia humana.
Otro importante factor biográfico del período del filosofar existencial de Jaspers fue su matrimonio en 1910 con Gretrud Mayer, una mujer de origen judío. Acerca de su primer encuentro, él escribió en su Autobiography:
Soledad, melancolía, conciencia del yo, todo eso cambió cuando, a la edad de 24 años, conocí a Gertrud Mayer (…) Fue inolvidable cuando acompañado por su hermano, entré el primero a su habitación (…) Fue evidente por sí que la conversación de pronto cambió hacia las cuestiones básicas de la vida, como si ya nos conociéramos por largo tiempo. Desde la primera hora hubo entre nosotros una inconcebible armonía, algo que nunca se hubiera esperado como posible.[3]
La profunda relación personal con su esposa también ha modelado su concepción de la comunicación interpersonal existencial, que viene a ser un segundo aspecto del significado de la vida en el existencialismo de Jaspers. Un tercer factor biográfico igualmente importante que influyó en la filosofía de Jaspers y que cambió radicalmente su vida personal fue su confrontación con el régimen nazi en Alemania. Después que los nazis llegaron al poder en 1933, Jaspers fue excluido de todas las responsabilidades administrativas en la Universidad de Heidelberg. En 1937 se le negó el derecho a enseñar y un año después se le prohibió publicar. Hacia el final de la II Guerra Mundial, Jaspers y su esposa estuvieron en gran peligro de ser deportados a un campo de exterminio. Su experiencia del nazi-terrorismo fue la motivación dominante por la que Jaspers, con su esposa, abandona Alemania después de la guerra y se muda a Suiza para aceptar un profesorado en la Universidad de Basilea, en 1948. Estos choques constituyeron una motivación crucial para el desarrollo de una tercera concepción del significado de la vida, esto es, que un ser humano está gobernado por la razón.
En adición a mi tesis, según la cual tenemos que distinguir tres concepciones del significado de la vida en la filosofía de Jaspers, deseo añadir una segunda tesis: las tres concepciones del significado de la vida se encuentran fundamentadas en el marco de una moral normativa. Podemos llamar a este entramado un implícito ethos liberal de humanidad, o en términos filosóficos, una ética implícita de la virtud. Jaspers nunca hace explícito su entramado moral como posición ética; aún más, nunca intentó postular actitudes morales o virtudes como normas explícitas y reglas éticas generales. Él deseaba, más bien, estimular su aceptación por medio de su filosofía y apelar a cada individuo en forma indirecta para la aceptación de estas virtudes en su propia vida y relaciones personales.
Un último señalamiento introductorio que quiero hacer se refiere a un serio problema metodológico que está implicado en el existencialismo de Jaspers y en su propio proyecto de un filosofar existencial trascendente. Pienso que hay un elemento de misticismo en el marco de su trabajo metodológico el cual ocasiona consecuencias metodológicas inaceptables. Este problema se hace obvio en algunas de sus meta-reflexiones sobre la tarea del filosofar trascendente, donde Jaspers propone introducir declaraciones contradictorias en contextos filosóficos a fin de aceptarlas como meros signos anunciantes de la dimensión no-objetiva de un ser que él llama “trascendencia” y “existencia”. Él nos pide relativizar los significados descriptivos y los contenidos informativos de los enunciados filosóficos. Nos enfrentamos con un problema semejante en relación con el argumento de la escalera en el Tractatus de Ludwig Wittgenstein: si todos los enunciados en el Tractatus tienen la única función de ascender los escalones de una escalera[4] y su contenido cognitivo y descriptivo es absolutamente irrelevante (i.e. si los enunciados proporcionan solamente una función terapéutica para aprender a ver el mundo en la perspectiva correcta), entonces una discusión del contenido descriptivo de estos enunciados carece de propósito. En vez de servir como proposiciones, ellos sólo tienen una función terapéutica: una función como signos de anuncio. Si ellos pueden o no colmar tal función no puede examinarse ni probarse, porque su dimensión de signo anunciante no es objetiva y no puede ser verbalmente comunicada.
Resumo mi objeción metodológica a Jaspers de este modo: no debemos seguir a Jaspers en su demanda de trascender o relativizar el contenido descriptivo de sus enunciados; en este caso no se nos debería permitir en absoluto dar cualquier interpretación a sus proposiciones filosóficas. Con seguridad, cada interpretación presupone un cierto contenido abierto a las aproximaciones hermenéuticas. Si cada contenido es relativizado a priori, entonces no tenemos nada que pueda ser interpretado en alguna forma o dirección. En este caso, la filosofía como actividad de interpretación y argumentación llegaría a un fin. Allí podría conservarse sólo el silencio y algún conocimiento intuitivo de una dimensión mística o trascendental del Ser, de la cual no podríamos hablar ni comunicar a otros. Este problema metodológico puede ser evitado sólo mediante la no aceptación del requerimiento, por parte de Jaspers, consistente en trascender y relativizar los contenidos de su filosofía existencial en un sentido estricto. La mejor forma de interpretarlo aquí consiste en ver sus demandas existenciales como una tensa apelación a una forma antidogmática de filosofar y a una clase de apertura mental filosófica que no reduce todo el Ser a las dimensiones del conocimiento empírico y objetivo.
El marco antropológico
Hemos llegado ahora a la segunda sección de mi ensayo, la cual se refiere al marco antropológico del pensar existencial de Jaspers. Este entramado apoya las dos concepciones del significado de la vida que mencioné anteriormente en relación al período existencialista de Jaspers.
El marco antropológico de la obra de Jaspers consiste en una concepción dual del hombre que en algunos aspectos básicos muestra notables semejanzas con la antropología filosófica de Kant y con la concepción del hombre de Sören Kierkegaard. Ambos influyeron intensamente en Jaspers, como podemos ver, desde su temprano libro Psychology of World-Views (1919). Jaspers entiende a un ser humano como fenómeno tanto empírico como no-empírico. Mientras la dimensión empírica del hombre puede ser investigada por las ciencias (ej., la biología, la psicología, la sociología), la dimensión no-empírica no puede ser descrita y explicada en los términos científicos objetivadores. En Psychology of World-Views Jaspers discute que la dimensión no-empírica de la humanidad pueda ser esclarecida solamente por una clase de aproximación hermenéutica en la psicología. En sus obras de existencialismo él sostiene la posición de que es tarea del filosofar existencial trascendente el “aclarar” esta dimensión no-empírica de la existencia humana.
Además, Jaspers argumenta que una existencia humana se logra en la propia vida y en sus potencialidades en cuatro modos, o cuatro dimensiones del ser. Como primera dimensión básica de la auto-realización humana Jaspers menciona la simple vitalidad o existencia vital. Ésta es la parte biológica o física del sí-mismo, donde las condiciones físicas, las emociones espontáneas, los intereses básicos y los impulsos instintivos dominan. Tal dimensión de la vida humana es llamada por Jaspers bloβes Dasein y carece de auto-reflexión y autoconciencia. Jaspers expone: “Físicamente soy parte de la vida, una parte cuya forma y función es la continuidad de mi cuerpo siempre cambiante. Yo deseo esta vida; sin ella no existo. Me encuentro presente en sus funciones vitales, pero estas funciones no son yo mismo. Como solamente vida, yo sería sólo un proceso natural”.[5]
Él llama Bewuβtsein überhaupt (i.e. “conciencia en general” o “conciencia en extensión”) a la segunda dimensión de la auto-realización humana. Esto es entendido mediante la forma de la analogía con la epistemología de Kant: la mente humana tiene una mera estructura formal en virtud de las formas de la percepción (espacio y tiempo) y las formas de la concepción (categorías del pensamiento). Estos elementos formales son condiciones a priori para constituir el saber. Con la conciencia en general Jaspers se refiere a la dimensión del pensamiento lógico y la racionalidad.
La tercera dimensión del ser humano es llamada por Jaspers la dimensión del Geist (“espíritu” o “razón”). Aunque el Geist es dependiente de la exactitud del entendimiento y del pensamiento, éste va más allá de eso. La capacidad específica del espíritu es la producción de ideas, que permiten ver diferentes fenómenos en términos de unidades y como partes de una totalidad llena de significado. Estas ideas se manifiestan en los ideales personales, los principios de la religión, las concepciones morales del mundo, las ideologías políticas, las concepciones creativas de las artes. Jaspers por sí mismo escribió tres monografías diferentes concernientes a la idea de Universidad, donde la tarea y las metas de las instituciones universitarias son señaladas.[6]
Ahora bien, estos tres modos del ser –o dimensiones de la auto-realización- representan a los humanos sólo como fenómeno empírico. No obstante, todos los seres humanos poseen como posibilidad existencial o potencialidad una cuarta dimensión no-empírica de la auto-realización la cual es su forma más alta, la auto-realización como Existenz. El concepto de Existenz sostiene la actualidad no-objetiva del ser-sí-mismo y la verdadera mismidad, el auténtico fundamento del ser humano, ejemplificado mediante la dimensión íntima de la autonomía personal, la libertad existencial y las decisiones morales incondicionadas. Ningún estudio empírico o doctrina de ontología y ética puede proporcionar una comprensión adecuada de la subjetividad y de la humanidad. La comprensión llega junto con el alcance de esta dimensión en la propia vida de uno y/o por medio de la aclaración de ésta través del filosofar trascendente: la auto-realización como Existenz es equivalente a realizar el significado de la propia vida.
La concepción metodológica de la aclaración de la Existenz de Jaspers tiene en común con la concepción de la reflexión subjetiva de Kierkegaard algunos aspectos básicos. Kierkegaard describe ampliamente este tipo de reflexión en su Concluding Unscientific Postcriptum (Postcriptun concluyente no científico) por oposición a la reflexión objetiva. El razonamiento objetivo, tal como rige el pensamiento científico, permite obtener conocimiento de las cosas en el mundo incluyendo la naturaleza objetiva perteneciente a uno mismo (ej., la naturaleza biológica y psicológica). Mediante la reflexión subjetiva uno se dirige hacia la dimensión no-objetiva y no-racional de la mismidad. Esta clase de reflexión, que es la genuina reflexión filosófica, no es la mera contemplación del sí- mismo, sino una reflexión sobre el sí-mismo la cual, por sí, es una acción. Esto implica un acto de elección autoconsciente de sí mismo. Esta elección también implica un acto moral porque en dicho acto el individuo toma por completo la responsabilidad por el propio estilo de vida y por sus consecuencias. Jaspers reformula esta posición kierkegaardiana en términos de la aclaración de la Existenz.
En el advenimiento de la Existenz, uno siente que la auto-realización existencial no es el resultado de un plan racional propio o que es sólo un producto del manejo de las propias fuerzas. Ello es más bien experimentado como un regalo desde la Trascendencia o el Ser Absoluto, Dios o lo Abarcador –Jaspers usa estos términos (cifras) sinónimamente-, una dimensión del Ser que es incognoscible en un sentido radical. Jaspers advierte que los credos religiosos podrían evolucionar en objetivaciones ilegítimas y en antropomorfizaciones del Ser trascendente. Nótese que Jaspers no ve la fe religiosa en términos ateos. Más bien él adopta una posición crítica contra toda concepción de una revelación que parece proporcionar pruebas objetivas y garantizadas de la existencia de Dios o que está limitada a los rituales, las iglesias, los sacerdotes y los teólogos que pretenden ser los intérpretes de la voluntad de Dios o la revelación.
¿Cómo, entonces, puede uno realizar el significado propiamente personal de la vida en tanto Existenz? Jaspers reconoce dos posibilidades básicas: (1) la experiencia y la superación de las situaciones límite en la forma correcta, y (2) la experiencia de la mutua comunicación existencial con otra persona. Lo que sigue es un análisis resumido de estas dos posibilidades para realizar el significado de la vida, tal como Jaspers lo desarrolla durante su período de existencialismo.
Alcanzando el significado de la vida mediante la reacción ante las Situaciones Límite
Como muchos otros existencialistas, también Jaspers ve a todos los seres humanos involucrados constantemente en situaciones. Ocasionalmente, los seres humanos tropiezan con eventos inesperados, o como los llama Jaspers, Grenzsituationen (el término incluye “situación fronteriza”, “situación límite”, “situación decisiva” y “situación última”). Las Grenzsituationen no pueden ser tratadas sólo mediante el conocimiento objetivo y racional, el cual es usado típicamente para resolver problemas en la vida cotidiana. Si intentamos escapar de las situaciones límite tratando con ellas mediante el conocimiento objetivo y la racionalidad, debemos necesariamente fracasar. En vez de eso, las situaciones límite requieren un cambio radical de actitud en las formas de pensar que uno tiene normalmente. La forma apropiada de reaccionar en una situación límite “no es mediante el planeamiento y cálculo para superarlas, sino mediante la muy diferente actividad de la propia Existenz que potencialmente somos; nos transformamos a nosotros mismos entrando con los ojos abiertos en las situaciones límite. Podemos conocerlas sólo externamente y su realidad sólo puede ser sentida mediante la Existenz. Experimentar las situaciones límite es lo mismo que la Existenz”.[7]
Aquí las afinidades entre Jaspers y Kierkegaard son de nuevo evidentes. Jaspers sostiene que la Existenz auténtica está sujeta necesariamente a un intenso proceso de auto-reflexión a través de la experimentación de las situaciones límite, i. e., en una relación con el propio yo que no es empírica y tampoco objetiva. Mediante la auto-reflexión una persona aclara sus propias posibilidades existenciales y, encarando las situaciones límite, se dirige idealmente a un acto de auto-aceptación.
Una de las más específicas situaciones límite en la vida humana es la inevitabilidad de la muerte. La anticipación de la propia muerte, o de la de un amigo cercano, un hijo o un padre, puede ser el origen tanto de temor y ansiedad, como de la desesperación nihilista. Pero la muerte también puede traer la oportunidad para vivir auténticamente, sin dilaciones o autodecepción. Jaspers expone una muestra de actitudes morales o virtudes auténticas que deberían guiar a los seres humanos enfrentados con la muerte: coraje sin autodecepción; profunda serenidad a pesar del dolor inextinguible; encontrar la paz en la comprensión de la finalidad de la muerte, todo esto con la calmada aceptación, compostura, paciencia y dignidad.
Otra situación límite específica es el sufrimiento y Jaspers se enfoca en la importancia del “sufrimiento activo”, el cual es lo opuesto a la resignación. Esto implica el esfuerzo por ser feliz a pesar del sufrimiento. Debido a la “estructura antinómica” de toda vida y realidad, los seres humanos siempre tienen dos opciones básicas en confrontación con las situaciones límite: una opción de resignación, pesimismo y desesperación nihilista, o en contraste, la opción de la confianza optimista en el significado de la vida.
Además de eso, la situación límite de la culpa puede llevar a una persona a la percepción de que tanto la acción, como la no acción, pueden traer siempre consecuencias imprevisibles y no intencionales que afectarán a otros. La actitud moral auténtica que Jaspers correlaciona con la culpa es una permanente disposición para aceptar la responsabilidad personal por todas las acciones y sus consecuencias en el mundo.
Otra situación límite –la inevitable lucha- nos hace conscientes de las permanentes luchas de la vida por fines materiales, por el prestigio y el poder, o por el status social en la sociedad. En la lucha, el éxito de uno está necesariamente acompañado por el fracaso y la supresión de las demandas de otra persona. La lucha puede ser violenta y coercitiva. Jaspers contrasta la lucha violenta por la existencia con una auténtica actitud moral, la cual él llama la “lucha amorosa” por la Existenz. La lucha amorosa es una forma no-violenta, no coercitiva, de relación con otra persona y la norma dominante de tal relación es la solidaridad.
Para resumir la descripción de las situaciones límite que Jaspers realiza, podemos decir que estos fenómenos existenciales deben ser acompañados por un cambio radical en la personalidad y en la visión del mundo por parte de uno mismo. En la experiencia única e histórica de las situaciones límite, conviene a cada individuo llevar a cabo las actitudes morales y virtudes apropiadas y, por consiguiente, la autenticidad individual. Cuando hay éxito en la realización de dichas actitudes morales y virtudes, se tiene una buena oportunidad para realizar el significado de la vida, al menos como Jaspers lo ha entendido durante su período temprano de existencialismo: la interiorización de tales virtudes en los estilos de vida y actitudes de uno mismo es una condición necesaria, pero no suficiente, para realizar el significado de la vida.
La realización del significado de la vida por medio de la Comunicación Existencial Interpersonal
La segunda concepción de la realización del significado de la vida en el existencialismo de Jaspers está fundada, como ya lo he mencionado, en su filosofía de la comunicación. En su antropología filosófica Jaspers distingue cuatro tipos de comunicación que son correlativas con la distinción de los cuatro modos del ser humano. En la dimensión de la vitalidad ingenua y de la espontánea vida instintiva, los seres humanos viven en comunidades primitivas con otros que son usados para alcanzar fines vitales, es decir, para satisfacer las necesidades básicas de la sexualidad, el poder, los deseos, etc. En esta dimensión de la vida los motivos sobresalientes de la comunicación son egocéntricos. En términos kantianos, las personas son tratadas sólo como medios para un fin, no como un fin en sí mismas.
En la dimensión de la conciencia en general se realiza un tipo de comunicación que se apoya en la capacidad racional y en sus reglas y categorías formales, tales como las discusiones intelectuales de los expertos con la aspiración de solucionar un problema técnico. Tales expertos pueden ser remplazados si su capacidad intelectual para solucionar problemas quedase exhausta. En este contexto, no es la irremplazable individualidad de una persona lo que constituye la relación interpersonal y la comunicación, sino más bien el conocimiento racional y la habilidad técnica para la solución de problemas.
En la dimensión del Geist (espíritu), los seres humanos experimentan un modo de comunicación que va más allá de los dos modos previos. Jaspers escribe: “La comunidad en la idea de un todo –de este Estado, esta sociedad, esta familia, esta universidad, esta profesión mía- es lo que me pone por vez primera en la comunicación sustancial…La comunicación en la idea y en su realización por medio de la Existenz moverá a un hombre más cerca de su prójimo de lo que lo hará el intelecto, una finalidad o la comunidad primitiva”.[8]
Mientras que la comunicación como existencia vital, conciencia en general y espíritu corresponde a las formas objetivas de las interacciones humanas, que pueden ser descritas y explicadas por las ciencias, la más alta y valiosa forma de comunicación no puede investigarse por las ciencias ni describirse adecuadamente en un lenguaje objetivador. Este tipo de comunicación es llamada por Jaspers “comunicación existencial”. Puede ser elucidada sólo mediante la filosofía y es experimentada en la vida del sí-mismo. La comunicación existencial constituye una relación íntima, personal, entre dos seres humanos como son los amigos, los amantes, los esposos, padre e hijo, maestro y estudiante, etc. Tales formas íntimas de comunicación interpersonal vinculan las posibilidades existenciales para llevar a cabo el significado de la vida como Existenz. Es significativo que la aproximación moral existencialista de Jaspers enlaza este ideal comunicativo del significado de la vida, una vez más, a una muestra de posturas morales o virtudes.
Lo que sigue es una discusión abreviada acerca de las mencionadas posturas o virtudes. La primera postura se refiere a la dignidad de la soledad o a la voluntad y habilidad para estar en soledad. La soledad no es lo mismo que el aislamiento social; ésta consiste en “un sentido de estar dispuesto en la posible Existenz…Yo no puedo entrar en comunicación sino siendo solitario”[9]. El riesgo de ser solitario y de vivir en soledad en oposición al deseo de escapar a la soledad y al aislamiento social a cualquier precio, aún al precio de la auto-decepción, la humillación y la degradación personal, es para Jaspers un importante rasgo de la dignidad humana. Su apelación a la auto-reflexión solitaria puede ser interpretada como oposición a las crecientes influencias manipuladoras de los clichés persuasivos y de los estereotipos de la auto-interpretación humana, producidos por las tecnologías de la información, la manipulación de los medios masivos y las variadas formas de las industrias de auto-ayuda.
Una segunda postura involucra la apertura mental y la franquía. Tales disposiciones capacitan a una persona para comunicarse sin prejuicios ni propósitos velados. Una tercera postura vincula la sincera intención del sí-mismo con la aceptación de un compañero en la comunicación en su autonomía y posibilidad individual de auto-realización. Esto significa abstenerse de forzar los propios hábitos y stándares de vida de alguien ante el otro. Jaspers habla en este contexto de “solidaridad existencial” con el compañero en la comunicación. Una cuarta postura moral se refiere a la integridad intelectual y a la veracidad. El individuo debe permanecer abierto a la auto-crítica y al reconocimiento de las propias faltas y opiniones dogmáticas con la misma fuerza con que se reconocen las faltas y las opiniones dogmáticas de otros. Jaspers llama a la crítica y el apoyo mutuos de los compañeros en la comunicación “lucha comunicativa” o “lucha amorosa”[10], donde toda clase de poder y superioridad, todo prejuicio y toda calculadora reserva estratégica contra el otro son eliminadas. Una quinta postura moral está apoyada en la idea de que la comunicación sustancial sólo puede ser realizada en un nivel de igualdad existencial, a pesar de todas las diferencias de cualidades comparables tales como el género sexual, el origen étnico, el status social, etc. Uno debe aceptar al compañero en la comunicación como igual en rango en el nivel de un yo que llega a ser Existenz , siendo necesario reconocer al otro como una persona completa.
En sus reflexiones hermenéuticas acerca de la realización del significado la vida en la comunicación, Jaspers se refiere a las deficiencias en la comunicación, a las rupturas en la comunicación y a las situaciones comunicativas. Sus descripciones fenomenológicas son ricas, conteniendo sutiles y penetrantes observaciones sobre el talante, los sentimientos, las posturas y condiciones emocionales que son relevantes para constituir o estorbar la comunicación. Aquí se hace claro que Jaspers incorpora su experiencia como psiquiatra y psicólogo de modo directo en su filosofía existencial.
La realización del significado de la vida mediante la Razón
El concepto de razón se convierte en la concepción filosófica básica en la filosofía de la pos-guerra de Jaspers. En su comprehensivo tratamiento de la verdad, Von der Wahrheit (1947), un libro con algo más de mil páginas, él conjetura sobre las más amplias dimensiones posibles de la razón. El concepto de razón también tiene una posición central en su The Atom Bomb and the Future of Man (1958). Un examen más cercano de este concepto revela que Jaspers lo usa en sentidos altamente ambivalentes. Sin embargo, conjeturo que hay tres componentes dominantes en el corazón del concepto de razón de Jaspers: primero, un componente anti-racionalista, desde que Jaspers entiende la razón (Vernunft) en oposición directa a la mera racionalidad (Verstand); segundo, un componente crítico que enlaza la razón con algunas posturas críticas y tercero, un componente normativo, porque Jaspers enlaza muy cercanamente este concepto de razón a varias posturas morales o virtudes. Nuevamente, aquí el trasfondo normativo de una ética implícita de la virtud es evidente.
En la filosofía de la posguerra de Jaspers, el ideal de una persona razonable o de un individuo razonable termina siendo un nuevo ideal de realización del significado de la vida. Un número creciente de individuos razonables constituirían una comunidad de personas razonables en todo el mundo[11]. La función de la razón es proporcionar los impulsos básicos para un cambio radical o conversión de las opiniones, actitudes y modos de conducta comunes, incluyendo el ámbito de la política. Jaspers se representa el futuro proceso político gobernado por ideales “suprapolíticos”[12], especialmente por la razón, y sin que sea dominado por más tiempo por políticas de poder o intereses estrictamente nacionales o etnocéntricos. Sin el predominio de la razón no sería posible superar, en su paridad, las igualmente destructivas amenazas de la nueva era tecnológica para el futuro de la humanidad: esto es, la posibilidad de aniquilación de toda la vida del planeta con la bomba atómica, así como la posibilidad del establecimiento de un régimen totalitario mundial.[13]
Permítasenos ahora dar una mirada cercana a dos actitudes críticas y a una muestra de normas morales o virtudes que Jaspers correlaciona con su concepto de razón y con su ideal de una persona razonable. Las dos actitudes críticas incluyen la postura antitotalitaria y antimonística, así también como la postura antidogmática y antifundamentalista.
Postura antitotalitaria y antimonística. La postura antitotalitaria se hace manifiesta en la crítica de Jaspers de las ideas ilusorias referidas a la capacidad de la mente humana para alcanzar un conocimiento completo del mundo, de la sociedad, de la naturaleza humana o de la historia. Para Jaspers, los modos totalistas de pensamiento tienen consecuencias desastrosas en muchos campos intelectuales y dimensiones de la vida. Ellos son fuerzas opuestas a la libertad existencial y política, incluyendo a todos los esfuerzos por una vida de dignidad humana en una sociedad abierta democrática y por la realización de una paz global perpetua. Aún más, ellos implican fuertes tendencias a evocar regímenes políticos represivos y sistemas políticos totalitarios.
Para la comprensión de la postura antimonística debe tenerse en cuenta el vínculo de Jaspers con el ideal de una persona razonable. Ciertamente él se refiere a una unidad, como la unidad de la humanidad, la unidad del Ser y la unidad de lo Abarcador. Pero la palabra “unidad” no es usada como un concepto que denota un estado o situación existente o realizable. Éste funciona como una idea regulativa. Jaspers enfatiza la diversidad, la pluralidad y la multiplicidad de todo ser objetivo en oposición a las concepciones ontológicas de una unidad o pretensión monística. Reconocemos esta postura antimonista en su filosofía de lo abarcador, en su filosofía política y en su filosofía de la historia, especialmente evidente en la tesis del Tiempo Axial relativa a la historia mundial.[14] El periodo Axial en la historia humana (800-200 A. C.) nos recuerda no sólo los grandes logros culturales de la humanidad, sino también el triple origen de estos logros en China, la India y Occidente. La tesis de Jaspers es que nuestra apreciación de la historia universal debe ser pluralista y no monista.
Postura antidogmática y antifundamentalista. Jaspers rechaza fuertemente toda clase de dogmatismo y de fundamentalismo. Repetidamente él advierte contra los reclamos de un conocimiento exclusivo, absoluto, o de una fe verdadera absoluta. Los hombres son, en principio, criaturas imperfectas y falibles que no pueden alcanzar ninguna clase de absoluto en la vida. Aún la realización del yo como Existenz nos proporciona sólo un vistazo de lo absoluto, porque los actos del hacerse Existenz y del percatarse de la trascendencia no dejan constancia. Éstos ocupan sólo un corto tiempo en la existencia.
La función de la razón es prevenir la dogmatización de cualquier concepto único acerca de la auto-realización humana; cualquier concepción única de la libertad individual; de la verdad o de Dios. Las actitudes morales o virtudes que están enlazadas al concepto de razón y al ideal de persona razonable incluyen:
-compostura, paciencia, autodominio, a través de lo cual una persona es capaz de actuar en los asuntos políticos, morales y religiosos sin fanatismo.
-integridad intelectual por la cual la propia decepción puede ser minimizada, tal como la decepción respecto a la política de las oportunidades de cambiar las esferas de poder a favor de la propia ventaja, o la decepción acerca de las consecuencias de las propias acciones. Tal integridad intelectual permite desarrollar una evaluación más precisa de lo que es apropiado y lo que no es apropiado en una crisis dada.
-una virtud que Max Weber tenía en mente cuando hablaba de una “ética de la responsabilidad”, es decir, el principio de estar dispuesto a demostrar muy escrupulosamente las consecuencias de las propias acciones políticas y de la conducta y a defenderlas.
-una apertura al entendimiento de las tradiciones culturales y étnicas divergentes y a estar siempre listo para la comunicación con los representantes de aquellas tradiciones. Esta apertura también se extiende a aquellos casos donde el estilo de vida o las normas morales de los otros son incompatibles con el propio estilo de vida y las propias normas.
Resumen y meta-reflexión.
En este ensayo discuto las tres diferentes ideas o ideales referidos al significado de la vida en la filosofía de Jaspers: reacción ante las situaciones límite, comunicación existencial interpersonal y una vida de razón. Secundariamente sostengo que hay una ética de la virtud implícita en la filosofía de Jaspers y justifico esta tesis puntualizando un número de posturas morales o virtudes que Jaspers ha correlacionado con sus tres ideales de la comprensión del significado de la vida.
Como un posible contra-argumento a mi primera tesis, suscribiré ahora la distinción de tres concepciones diferentes del significado de la vida en la filosofía de Jaspers. Uno podría discutir que las concepciones de la autocomprensión existencial en las situaciones límite y en la comunicación existencial se superponen en tal extensión que no tiene sentido mantener una distinción entre ellas. Para ambas, el principal propósito podría ser la propia comprensión de la Existenz.
Coincido parcialmente con esta objeción en tanto toda comunicación existencial puede ser experimentada como situación límite debido a los componentes estructurales de la lucha, la soledad, la auto-reflexión, etc. No obstante, y éste es el punto crucial, no todo acto de autocomprensión en las situaciones límite está acompañado necesariamente por un acto de comunicación existencial. El advenimiento de la existencia en las situaciones límite también puede ser comprendido en un acto de solitaria auto-reflexión y auto-comunicación sin ningún compañero en la comunicación. Jaspers no aclara las similaridades y diferencias entre estas dos concepciones de la auto-comprensión. Tampoco logra unificarlas consistentemente en su existencialismo.
Acepto que estas dos concepciones del significado de la vida reflejan dos orígenes diferentes de influencia en su filosofar, junto a las ya mencionadas influencias biográficas. En mi contribución, la idea de Jaspers de hacerse Existenz en las situaciones límite tiene sus raíces en su temprana recepción de los conceptos kierkegaardianos. Para Kierkegaard, la auto-comprensión humana se constituye a partir del modelo de un individuo aislado, solitario, totalmente involucrado en un proceso intenso y exclusivo de auto-reflexión y autocomunicación que constituye un modo religioso de existencia, esto es, una exclusiva relación subjetiva con el Dios cristiano, quien es principalmente entendido como Ser no-objetivable.
La idea de hacerse Existenz en la comunicación existencial fue desarrollada por Jaspers a finales de la década de 1920 y en los tempranos años de 1930. Durante esta época, la relevancia de la comunicación existencial interpersonal para la constitución de la identidad personal de los individuos era un tópico altamente favorecido de la discusión filosófica. Por ejemplo, consideremos la filosofía del diálogo de Martin Buber en su I and Thou (1922) o la contribución de Karl Löwit a este asunto en Das Individuum in der Rolle des Mitmenschen (1928). Sospecho que Jaspers estuvo altamente influido por esta discusión, aunque no se refiere a estos textos en los tres volúmenes de Philosophy (1932), su obra principal en el existencialismo. Evidencia de soporte podría ser encontrada en la investigación de la biblioteca de Karl Jaspers en Basilea, Suiza. Lamento que no he tenido la oportunidad de hacerlo. Sin embargo, me gustaría animar a los estudiosos interesados bien a confirmar, bien a refutar mi conjetura llevando a cabo el estudio de archivo.



[1] Véase Karl Jaspers, Reason and Anti-Reason in our Time, trad. de Stanley Godman. SMC press Ltd., London.1952. p. 63.
[2] Karl Jaspers. “Philosophical Memoir”. En: Karl Jaspers. Philosophy and the World: Selected essays and Lectures. Henry Regnery Company, Chicago. 1963. p. 198.
[3] Karl Jaspers. “Philosophical Autobiography”. En: Paul Schilpp ed. The Philosophy of Karl Jaspers. Tudor Publishing Company. New York, 1957. p. 11.
[4] Véase Ludwig Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus, trad. de D.F. Pears y B. F. McGuinness, con Introducción de Bertrand Russell. Routledge and Keagan Paul, London, 1961. p. 151.
[5] Karl Jaspers. Philosophy, Vol. 2: “Existencial Elucidation”. Trad. de E. B. Ashton . The University of Chicago Press, Chicago-London. 1970. p. 28-29.
[6] Karl Jaspers. The Idea of the University. Edición por K. W. Deutsch, prefacio de R. Ulich, trad. por H. A. T. Reiche y H. F. Vanderschmidt. Bacon Press, Boston. 1959.
[7] Karl Jaspers. Philosophy, Vol. 2, p. 179.
[8] Op. cit. p. 49.
[9] Op. cit. p. 56.
[10] Op. cit. p. 59.
[11] Karl Jaspers. The Atom bomb and the Future of Man. Trad. por E. B. Ashton . The University Chicago Press, Chicago and London. 1961. p. 219.
[12] Op. Cit. p. 215.
[13] Op. cit.p.160-73.
[14] Véase Karl Jaspers, The Origin and Goal of History. Trad. por Michael Bullock. Yale University Press, New Haven. 1968. p. 88-96.